La asociación religiosa habilitó una partida de 75.000 euros para este año y ya consumió 9.900

Cáritas ayuda a 150 personas en la ciudad a pagar el alquiler y la hipoteca de sus viviendas

Una mujer pide limosna entre los fieles a la salida de una iglesia de la ciudad. (Foto: Miguel Angel)
Un total de 53 familias, integradas por 159 personas, acudieron desde el pasado 1 de enero a Cáritas solicitando una ayuda económica para pagar la hipoteca de su vivienda o el alquiler. Sobre todo ellos pesaba la amenaza del desahucio por falta de pago. El colectivo ya preveía la situación y en su presupuesto para el presente ejercicio habilitó una partida de 75.000 euros, pero desde que comenzó el año ya lleva consumido 9.904. Los peticionarios no ganan más de 400 euros al mes.
La asociación religiosa Cáritas vio cuatriplicadas las peticiones de ayuda el último año. Todos sus servicios (ropero, entrega de alimentos, casas de acogida, talleres de formación y empleo o donativos) registran a diario colas. ‘Hay muchas peticiones de ayuda, sobre todo económica, porque mucha gente no tiene ni para comer fruto de la crisis’, explicaban en la mañana de ayer en la sede del colectivo, situada en la Praza do Bispo Cesáreo.

El trabajo del voluntariado y religiosos se disparó con la crisis económica obligando al presidente, Miguel Pérez de Juan, a poner en marcha nuevas líneas de ayuda, como la del pago de alquiler de viviendas e incluso de hipotecas a todos aquellos trabajadores que quedaron en paro y no pueden hacer frente a las mensualidades.

El presupuesto anual de la asociación recoge para este fin una partida de 75.000 euros, que salieron de la firma de un convenio con la Fundación Barrié de la Maza. El dinero iba ser destinado inicialmente para entregar alimentos a personas necesitadas, pero fue cambiado de partida ante la demanda de efectivo para hacer frente a los pagos mensuales de hipotecas y alquileres de viviendas. ‘También estamos pagando a varias familias los recibos de agua, electricidad y otros gastos domésticos’, afirmó Pérez de Juan.

Este servicio comenzó a funcionar el pasado 1 de enero y desde entonces un total de 53 familias se acogieron a la iniciativa y consumieron 9.904 euros del total del presupuesto. El colectivo espera cerrar el año con más de 140 peticionarios.

Rosario A.P., de 35 años, con domicilio en O Couto, es una de las beneficiadas por la iniciativa. ‘Teníamos tres sueldos en casa, pero de repente sólo nos quedamos con uno, mi marido y mi hijo están en el paro y sólo cobraron la prestación un par de meses. El único sueldo es el mío y no nos da para comer y pagar la hipoteca de la casa’, apuntó.

En situación parecida se encuentra Marco B., de 32 años. ‘No tengo trabajo, somos tres de familia y ya debemos tres meses de alquilar del piso. La dueña dice que tenemos que dejarlo libre si no le pagamos’, señala.

Sobre las 53 familias a las que ayuda Cáritas, según precisan fuentes del colectivo, pesaba la amenaza de ser desahuciadas. Antes de pagar sus recibos, comprobó sus ingresos y su situación financiera para evitar posibles fraudes.

El estudio de la Fundación Foessa destaca que el crecimiento económico que registró España en los últimos 20 años no generó bienestar social y desarrollo. Según el secretario del colectivo y redactor del informe, Francisco Lorenzo, ‘los años de bonanza no fueron capaces de reducir las cifras de pobreza, al contrario, las aumentaron’, dijo.

De la situación culpa al trabajo en precario con salarios bajos y las desigualdades que se dan a la hora de repartir la riqueza, que en los últimos años estuvo ligada al sector inmobiliario. ‘En la actualidad, los españoles no tenemos la protección social que nos merecemos y un 4% de la población vive en la extrema pobreza’, aseguró, recalcando que ‘más de 3.000.000 familias están atrapadas en la vulnerabilidad del empleo precario’, dijo.

Según los datos que se desprenden del estudio sobre exclusión social y desarrolló, España está a la cola en prestaciones sociales, educación y servicios sanitarios en comparación con el resto de Europa y la media de familias pobres se sitúa en el 19,8 por ciento, entre las que hay ‘bolsas novedosas coma la de la infancia, vinculada a mujeres maltratadas e inmigrantes que no encuentran trabajo’, apuntó.

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