Carmen Babarro vuelve a ser víctima de un robo. En esta ocasión denuncia la sustracción de una importante suma de dinero mientras se desplazaba al lugar en que pernocta cada día, en los alrededores del CHUO, donde hace unos meses la sorprendieron unos jabalíes durmiendo.
En conversación con La Región, Babarro comenta que en la noche del miércoles, 10 de abril, en torno a las 22:30 horas, se dirigió a la oficina bancaria de Abanca en la calle Ramón Puga, "porque quería depositar el dinero que había ahorrado, sobre unos 300 euros".
Esta suma en metálico la llevaba guardada en el bolsillo de fuera de su bolso, cerrado con cremallera, y el bolso lo llevaba al hombro. Ella cree que fue precisamente esta circunstancia la que propició que alguien la siguiese de noche y le sustrajese esa cantidad íntegra.
"Ahora solo teme quedan unos pocos ahorros"
En el momento en que entró en el cajero, Carmen se dio cuenta de que el bolsillo estaba abierto y de que le habían sustraído todo el dinero. La víctima afirma además que, tras haber sufrido este robo, tan solo le quedan sus ahorros, "unos 30 euros, lo justo para poder comprar algo para comer".
Lamentablemente, esta persona en situación de sinhogarismo desconoce quién o cuándo le sustrajo el dinero. "Era de noche y a esas horas en las calles no queda la mejor gente. Yo suelo ir lo más rápido posible con las maletas en las que llevo todas mis pertenencias, sobre todo porque voy con las cenizas de mi madre, pero siempre me suelo cruzar con mala gente".
De hecho, Babarro sostiene que el ladrón podría hallarse entre las personas "con las que suelo coincidir en los jardines del Padre Feijóo de Ourense", pero tampoco tiene pruebas para aseverarlo.
