El avance de los jabalíes en la ciudad no frena. Carmen Babarro, una conocida indigente que últimamente pasa las noches en un parque cercano al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), se despertó asustada en la madrugada de este martes. “Escuché un gruñido y pensé que era un perro acercándose a mí, pero era una jabalina que venía al parque a alimentarse”, relata.
Babarro asegura que la hembra no la atacó, aunque estaba acompañada por sus crías: “Las trajo hasta ahí para que comiesen, y estuvieron un buen rato, como si yo no estuviese”. Finalmente, agentes de la Policía Local se encargaron de echar a los jabalíes de la zona. “Llevo tiempo durmiendo ahí, pero esta es la primera vez que vivo una situación de este tipo”, señala.
No es la primera vez que los cerdos bravos sorprenden a la ciudadanía en plena noche. El pasado marzo, los vecinos de Covadonga alertaron del movimiento nocturno de camadas de jabalíes en zonas aledañas a viviendas. Entonces, la Xunta propuso al Concello de Ourense utilizar jaulas para capturar a los animales, una medida que nunca llegó a ponerse en marcha por la inacción del gobierno local -debe solicitar las jaulas a la Administración local, indicar los puntos en los que deben colocarse y hacerse cargo de los animales una vez sean apresados-.
