La guerra en Ucrania ya se puede sentir en el precio de los alimentos que se comercializan en Ourense, con el cereal como principal mecanismo de transmisión, ya que el país ucraniano, conocido como el granero de Europa, abastece a buena parte del viejo continente. El precio del trigo tocó esta semana su nivel más alto desde 2008 en los mercados estadounidenses, y llegó hasta los 9,84 dólares por fanega, en una fuerte reacción de los operadores al riesgo que el conflicto bélico supone para el suministro.
Los productos cárnicos, principalmente el vacuno y el pollo, son los que ya se están encareciendo, debido a su fuerte vínculo con el grano que se emplea para alimentar a los animales. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, Emilio Pedro González -más conocido como “Milucho”-, afirmó que “los precios ya están subiendo, y creo que se va a disparar todo muchísimo, sobre todo los productos que tengan que ver con cereales”. “Como me decía un proveedor: ‘ya no vendemos carne, ahora vendemos cereales”, aseguró.
Destacó que el porcino, por ahora, mantiene sus precios, aunque no descarta futuros enceramientos. “Yo creo que tenemos que empezar a pensar en este país en dejar de importar todo y ponernos a producir”, agregó sobre la dificultad para abastecerse de materias primas. Según su criterio, la subida de los precios se debe principalmente al coste del cereal y no tanto al del combustible, que también está subiendo en los últimos días.
La Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Agafac) también se muestra preocupada por la situación, y advierte de que la paralización de las importaciones de cereal ucraniano puede provocar “en unas semanas escasez de maíz, una de las principales materias primas con las que se elaboran los piensos que alimentan a la cabaña ganadera”. El Grupo Coren ya expresó la semana pasada su “profunda preocupación” por la falta de grano, ya que importa desde la zona en conflicto unas 50.000 toneladas de cereal, principalmente maíz y trigo.
El carnicero José María Casado afirma que en su negocio, Carnicerías José, todavía no subieron los precios, aunque los proveedores ya le comunicaron que pronto se producirá el encarecimiento. “Xa nos falan de subida, pero aínda non sabemos importe exacto nin data, e principalmente será no polo”, aseguró.
EL PAN RESISTE
Donde todavía no se produjeron aumentos de precios es en el pan, a pesar de su fuerte dependencia de los cereales. El presidente de la Asociación de Panaderos de Ourense, Roberto González, aseguró que “non hai que ser alarmistas”, ya que “as casas de fariña aínda non dixeron nada sobre os precios”. Sin embargo, el conflicto genera desconcierto. “Hay precaución e hai moito medo, eu teño moito medo de que teñamos problemas coa fariña, pero hoxe de momento non se nota”, aseguró.
Tampoco se está notando, al menos de forma muy pronunciada, en el sector hortofrutícula, más allá de las subidas continuadas que se están produciendo desde el año pasado a raíz del encarecimiento energético, como muestra el último dato de inflación, que en la provincia fue del 7,1% interanual. La frutera Chelo López, gerente de Froitas e Verduras A Leira, aseguró que algunos de sus productos están subiendo de precio, aunque no lo vincula a la guerra en Ucrania, sino más bien a las oscilaciones habituales por la temporada. “Sí que se nota que la gente compra menos, hay miedo”, concluyó.
