La excusa de que condujo sin puntos del carné el primer día de confinamiento el pasado año para abastecer a su madre de medicinas no eximió a Manuel R.F. de una condena por un delito contra la seguridad vial con la agravante de reincidencia. En total, 18 meses, con una cuota diaria de tres euros. La jueza del Penal 21 no aprecia el estado de necesidad invocado por el inculpado como eximente completa ni como atenuante.
Los hechos ocurrieron el 14 de marzo del pasado año sobre las cinco de la tarde a la altura del kilómetro 575,8 de la N-120. Los agentes le dieron el alto porque circulaba a 91 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60 y el radar lo delató. Toda vez que los agentes consultan los archivos de la DGT, comprobaron que no le quedaban puntos en el carné de conducir y había sido privado del permiso judicialmente. La magistrada concluye que la madre del acusado no tenía pautada medicación por la que urgiera acudir a la farmacia más próxima al domicilio de los padres, a unos 10 kilómetros, sin respetar las restricciones del estado de alarma.
La sentencia recoge que Manuel no explicó a los agentes que le dieron el alto porque había cogido el vehículo. En el juicio, aseguró que les había dicho que iba a la farmacia por medicamentos y les enseñó la medicación pautada y la tarjeta sanitaria Eran la primera vez que le daban el alto “por lo que -destaca el fallo- pueden considerarse testigos objetivos e imparciales”. Y descarta la juzgadora que no supiera que no tenía puntos porque las distintas resoluciones del juzgado y Tráfico le fueron notificadas.
