CARTA

Carta a Sánchez: Las personas, en el centro

Trabajadores del comedor social de Cáritas, que ha triplicado ya el número de servicios en esta pandemia (JOSÉ PAZ)
photo_camera Trabajadores del comedor social de Cáritas, que ha triplicado ya el número de servicios en esta pandemia (JOSÉ PAZ)

Desde el inicio del estado de alarma, desde Caritas Diocesana de Ourense, hemos tenido que reinventarnos para intentar  dar abasto a las necesidades de los más vulnerables  que, como siempre, son los que más sufren las consecuencias de esta situación sin precedentes

Quiero, a través de esta carta,  hacerle llegar cuál es la situación real de una gran parte de las familias de Ourense, abocadas a una crisis social más profunda que la que conocimos hace 10 años. Muchas personas vulnerables apenas habían podido ver los efectos de la recuperación económica y, aún endebles, con un trabajo precario y con recursos muy limitados, ven cómo ahora su futuro está muy comprometido

Desde Caritas Ourense se reforzaron todos los servicios relacionados con la cobertura de necesidades básicas, fundamentalmente, a través del comedor Social  y cobertura de necesidades  básicas de urgencia tanto en la sede de Cáritas Diocesana como a través de las Cáritas Parroquiales. 

Desde el inicio de la pandemia de Covid-19 Caritas ha atendido a más de 3.700 personas a través de sus diferentes programas y de la red de Caritas Parroquiales presentes en todo el territorio, en colaboración  con el Banco de Alimentos y otras entidades sociales y  con la ayuda de más de 100 personas voluntarias. 

Por otra parte, el Comedor Social está atendiendo a una media de 600 personas, habiendo generado con ello 17.956 servicios desde el inicio del estado de alarma, casi el triple de su actividad ordinaria  El incremento de solicitudes continúa a día de hoy y, como no se tome algún tipo de medidas destinadas a aliviar la situación de las familias, esta cifra seguirá creciendo, abocando a una gran parte de la sociedad a depender de los servicios sociales para su subsistencia.

Otra de nuestras preocupaciones son las 132 personas mayores  solas a las que ya acompañábamos antes del estado de alarma, y de las que seguimos pendientes, a las que les facilitamos alimentación o medicinas, sin que tengan que salir de sus casas. 

Es necesario que a los trabajadores afectados se les abone el pago de las prestaciones generadas por los ERTE de forma inmediata. No puede haber familias sin ingresos.  También es necesario que se tomen medidas efectivas en la protección de las personas que trabajan, o trabajaban en el empleo doméstico, fundamentalmente mujeres, que si ya no estaban en una situación muy boyante, está pandemia las ha puesto en una situación muchas veces desesperada,  También es crítica la situación de los pequeños autónomos, que comienzan a acudir a nuestra sede en demanda de ayudas básicas.

Es necesario que desde el gobierno se tomen medidas que permitan que la recuperación económica alcance a toda la sociedad, intentando que esta pandemia no perpetúe y agrave  todavía más la brecha social existente.

Con respecto al empleo, le proponemos que facilite prórrogas en la prestación por desempleo y subsidio por desempleo. También le proponemos que apruebe ayudas de emergencia temporal en empleo doméstico.

En el ámbito de la vivienda, es necesario grarantizar desde los poderes públicos el acceso de todos los ciudadanos  a una vivienda digna, así como el acceso a la cobertura de sus necesidades vitales mínimas.

Ha de hacerse efectiva de forma inmediata  la ayuda para que las familias beneficiarias de becas de comedor puedan hacer efectivo este derecho ante el cierre de los centros educativos. Apoyamos esta medida, y le pedimos que la haga efectiva lo antes posible. 

Al respecto de las personas migrantes, y las solicitantes de protección internacional, Cáritas le propone que prorrogue las autorizaciones de extranjería sujetas a renovación, de tal modo que no se genere irregularidad sobrevenida, ya que se trata de personas arraigadas en nuestra comunidad, activos contribuyentes, que sin una medida como ésta se convertirían en invisibles, y generaría con ello una posible bolsa de pobreza a mayores de las que estamos detectando

Han de tomarse también medidas en relación con los suministros básicos, y la lucha contra la pobreza energética, ampliándose y  flexibilizándose medidas como  la prohibición de interrumpir  el suministro energético durante, al menos, la vigencia de la Declaración del Estado de Alarma, para todos los ciudadanos, sin que a la comercializadora le tenga que constar que se trata de personas vulnerables. Asimismo, se podría contemplar para el caso de otros suministros básicos como agua y teléfono. En relación a la comercialización del suministro eléctrico, y al bono social eléctrico, las personas acogidas al bono social eléctrico deberían ver incrementado en un 50% el límite anual de consumo energético bonificable, dado que van a ver mermados sus ingresos de manera considerable.

En Cáritas somos conscientes de que se puede soñar, y alcanzar realidades, muestra de ello son nuestros programas, que siempre tienen un denominador común: el compromiso real de transformar aquello que no nos permite vivir con dignidad. Y obtenemos resultados de nuestro empeño.

Si algo bueno ha podido traer esta crisis sin precedentes es, sin duda, la voluntad de hacer las cosas de otro modo, mejor a cómo las habíamos planteado y realizado con anterioridad. Como sociedad  ya errábamos y muestra del fracaso como sociedad  le anoto unos apuntes:  el número de personas pobres que cada año eran atendidas por nuestra entidad, la importancia que le dábamos a las cosas superfluas, y la desvalorización de trabajos esenciales, como los del ámbito del cuidado de personas, los relacionados con el rural o el desempeño profesional de los sanitarios.

Si bien es cierto que situaciones de tal magnitud como las que nos acontece nos hacen ver lo peor y lo mejor del ser humano, es cierto que como sociedad tenemos un potencial humano increíble, dispuesto a afrontar los riesgos y las oportunidades que este momento nos da, ejemplo de ello son nuestro voluntarios que sin dudarlo están dando, por encima de sus miedos, lo mejor de sí, para ayudar a los demás y tantas iniciativas sociales que con su generosidad están logrando llegar, con menos medios,  mucho más lejos que las administraciones. 

Le deseo, señor presidente, acierto en sus decisiones, y esta capacidad de observación atenta al potencial humano. Ponga a las personas, a todas, empezando por las más vulnerables, en el centro de su agenda y así, con el esfuerzo de  todos y cada uno de los miembros de esta sociedad, podemos conseguir no dejar a nadie atrás.

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