Las autoridades responden con pasividad ante la proliferación de anuncios por todas partes

La cartelería ilegal traspasa los muros y toma las señales

Los carteles cuelgan de las señales de la zona de Os Remedios. (Foto: JOSÉ PAZ)
La proliferación de carteles con anuncios de conciertos, eventos o fiestas se ha convertido con el paso del tiempo en una práctica ilegal que cada vez, ante la impasividad y complaciencia de las autoridades municipales, acapara más espacios públicos. Los anuncios ya no sólo afean la estética de los edificios, algunos incluso históricos, sino que también se adueñan de señales de tráfico, situadas en puntos estratégicos de la ciudad, como la entrada a Os Remedios, en O Couto, desde el acceso centro de la autovía. Un lugar que en verano está copado por carteles anunciadores de fiestas.
Farolas con abrazaderas, cintas adhesivas entre las señales, todo vale con tal de hacer un cartel visible entre los vecinos de la ciudad. Esta práctica ilegal comporta peligro para los automovilistas quienes pueden llegar a desatender las indicaciones de la señalización viaria para descifrar los anuncios que cuelgan y, en ocasiones, hasta pueden restar la visibilidad.

Y ante este panorama, la respuesta es la pasividad institucional y de los cuerpos de seguridad, a pesar de que existe una ordenanza municipal relativa a la limpieza que prohíbe expresamente la cartelería en espacios no habilitados para ello. Los intentos que desde el Concello han promovido para tratar de frenar este tipo de acciones publicitarias no han sido suficientes. Con todo y, a pesar de que lo habitual es hacer responsable de la cartelería ilegal a la empresa anunciadora, no entraña una actividad con alto índice de multas.

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