Dos proyectos hoteleros se fraguan en el corazón de la ciudad, en la parte del casco histórico comprendida entre la calle San Miguel y la Praza Maior.
Si prosperan, lo que fue la cafetería y el hostal del histórico restaurante Sanmiguel se convertirá en un establecimiento hostelero similar a un hotel con encanto; el futuro hostelero también está pensado para otro edificio próximo, el hermoso inmueble que enlaza Lamas Carvajal con la Praza de Santa Eufemia. Este ha sido adquirido por un empresario que ya ha consultado en el Concello condiciones de uso y de construcción de un hotel, aunque se trata de un proyecto a medio plazo, entre otras razones porque el establecimiento comercial ubicado en el bajo del edificio aún tiene comprometido el alquiler hasta 2015. Ello, con todo, no impedirá obras en las plantas superiores si el proyecto avanza. Es un edificio aparentemente doble pero que está unido por el interior. Una parte tiene bajo y cuatro plantas y la fachada, que se encuentra en buen estado, posee unas espléndidas balaustradas de hierro forjado en los balcones y ventanas. La parte es un inmueble de estilo racionalista, que en su día albergó una academia de enseñanza. Sumados pueden permitir un hotel de un buen número de habitaciones.
EN EL SANMIGUEL
Más avanzado está el proyecto del también empresario Cándido Martínez Orbán, responsable de la chocolatería y hostal Cándido. Él mismo ha confirmado que tramita ya el proyecto de un hotel de 15 habitaciones en el inmueble que adquirió a los propietarios del veterano restaurante cerrado hace años. Compró el edificio porque deseaba que la propiedad 'quedase en la familia' -al fin y al cabo, es pariente de los dueños del Sanmiguel- y, además, 'quise comprar la competencia', es decir, explotar él mismo un establecimiento hotelero que se unirá y no competirá con el hostal que ya regenta en la calle Irmáns Villar.
Según sus planes, el inmueble, que cuenta con sótano, bajo y tres plantas (de 200 metros cuadrados cada una), podrá perder la fachada actual que tiene porque no está protegida por el PERI al no tener valor arquitectónico, para ser sustituida por otra 'más acorde con el entorno en el que se ubica', lo que contribuirá a embellecer la calle. El futuro hotel, de 15 habitaciones -'podríamos hacer más pero hemos preferido que sean pocas y confortables', explica Martínez Orbán-, no ocupará el edificio anexo, el que albergaba el restaurante Sanmiguel, todavía en manos de la familia propietaria y en venta. Cándido Martínez ya ha presentado el proyecto de construcción en el Concello y quisiera tener permiso para demoler el inmueble este mismo año, mientras se tramita el proyecto constructivo, porque su intención es abrir lo antes posible.
Está concebido para ser un establecimiento coqueto, con encanto, donde el hotel ocupará la segunda y tercera plantas; la primera serán salones comunes y de servicio del establecimiento hostelero de la planta baja, concebido para clientes de la calle pero también para los del hotel.
Todavía hay un tercer planteamiento, éste sin desarrollar y con pocos visos de ejecutarse dada la coyuntura económica. Se ubica en la Praza da Imprenta, algo más allá de la Praza Maior. El Concello tramita de oficio un estudio de detalle ante el desinterés de los propietarios, para convertir la parcela en uso residencial compatible con hotelero. De momento, se avanza en el proyecto de equidistribución y después habrá que urbanizar, aunque no hay ninguna propuesta en firme para una infraestructura hotelera.
EN EL SANMIGUEL
Más avanzado está el proyecto del también empresario Cándido Martínez Orbán, responsable de la chocolatería y hostal Cándido. Él mismo ha confirmado que tramita ya el proyecto de un hotel de 15 habitaciones en el inmueble que adquirió a los propietarios del veterano restaurante cerrado hace años. Compró el edificio porque deseaba que la propiedad 'quedase en la familia' -al fin y al cabo, es pariente de los dueños del Sanmiguel- y, además, 'quise comprar la competencia', es decir, explotar él mismo un establecimiento hotelero que se unirá y no competirá con el hostal que ya regenta en la calle Irmáns Villar.
Según sus planes, el inmueble, que cuenta con sótano, bajo y tres plantas (de 200 metros cuadrados cada una), podrá perder la fachada actual que tiene porque no está protegida por el PERI al no tener valor arquitectónico, para ser sustituida por otra 'más acorde con el entorno en el que se ubica', lo que contribuirá a embellecer la calle. El futuro hotel, de 15 habitaciones -'podríamos hacer más pero hemos preferido que sean pocas y confortables', explica Martínez Orbán-, no ocupará el edificio anexo, el que albergaba el restaurante Sanmiguel, todavía en manos de la familia propietaria y en venta. Cándido Martínez ya ha presentado el proyecto de construcción en el Concello y quisiera tener permiso para demoler el inmueble este mismo año, mientras se tramita el proyecto constructivo, porque su intención es abrir lo antes posible.
Está concebido para ser un establecimiento coqueto, con encanto, donde el hotel ocupará la segunda y tercera plantas; la primera serán salones comunes y de servicio del establecimiento hostelero de la planta baja, concebido para clientes de la calle pero también para los del hotel.
Todavía hay un tercer planteamiento, éste sin desarrollar y con pocos visos de ejecutarse dada la coyuntura económica. Se ubica en la Praza da Imprenta, algo más allá de la Praza Maior. El Concello tramita de oficio un estudio de detalle ante el desinterés de los propietarios, para convertir la parcela en uso residencial compatible con hotelero. De momento, se avanza en el proyecto de equidistribución y después habrá que urbanizar, aunque no hay ninguna propuesta en firme para una infraestructura hotelera.
