El Casco Vello de Ourense, en busca de nuevos vecinos

El Casco Vello de Ourense es uno de los puntos de obligada visita para turistas y corazón del ocio nocturno, aunque presenta un déficit en cuanto a su vida cotidiana, y es que 14.561 viviendas de las 66.439 que conforman la zona (casi un 25%) se encuentran vacías, según los últimos datos catastrales, y un total de 2.520 son objeto de rehabilitación, una problemática para la que la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) solicita “una rigurosa y fiel cartografía que permita derruir las edificaciones en condiciones ruinosas y el agrupamiento de solares para rehabilitar o construir nuevas edificaciones”. Los edificios a la venta representan el 25% del total de la ciudad, con un precio por metro cuadrado que oscila entre los 600-700 euros de la zona sur y los 2.000 euros en la zona centro, que incluye calles emblemáticas como la del Paseo o Santo Domingo. Para el presidente de Fegein, Benito Iglesias, la inseguridad y el poco tránsito peatonal durante las tardes y fines de semanas convirtieron esta zona en “poco atractiva a pesar de sus bajos precios”. Uno de los principales escollos que propietarios e inmobiliarias encuentran a la hora de rehabilitar las viviendas es el Plan Especial de Reforma Interior (PERI), que impone unas condiciones específicas para las obras. “Levan un plan especial de rehabilitación de interiores, todo o que teñas que acometer nunha vivenda no casco vello tes que ir dacordo co Peri, tes limitacións, ó mellor se a carpintería está de madeira ten que seguir de madeira, por dentro se é un edificio protexido hai moitas cousas que non podes tirar... leva unha serie de proteccións”, señaló Ramón Fernández, directivo de Inmobiliaria Centro, para quien la demanda de viviendas en la zona es positiva aunque podría mejorar con las ayudas adecuadas. “Eu creo que se deran máis subvencións para o tema da rehabilitación, máis axudas, creo que moitísima máis xente se podería instalar. Moita axuda non hai, se houbera incentivos, campañas, descontos pola compra si que axudaría”, agregó. La inmobiliaria encuentra mayor demanda en los aledaños del Concello y del Jardín del Posío, y señalan que en el centro de la zona “é un tema máis complexo de vender”. Desde Fegein se muestran críticos también con los “gravísimos errores ya cometidos”, por los que el Tribunal Supremo anuló las normas urbanísticas provisionales que la Xunta implantara en 2011 y devolvió, en 2017, la vigencia al plan de ordenación urbana de 1986. Suerte similar corrió el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de 2003, también anulado en los tribunales. Estas decisiones de la Justicia pusieron freno a unas normativas que daban cobertura a quince zonas públicas y otras tantas privadas y que permitían construir 3.900 viviendas, 175.000 metros cuadrados de uso comercial, 30.000 de uso hostelero, 64.000 de uso industrial y 29.100 terciario. A la espera del nuevo PXOM La Federación considera que “sería un grave error retocar el plan de 1986 sin esperar al nuevo PXOM, ya que ello solo generaría más inseguridad jurídica y seguramente la judicialización del mismo, lo cual llevaría al casco antiguo al peor de los escenarios posibles”. Asimismo, subrayan la necesidad de un PERI “ambicioso que ponga fin a una zona marginal y degradada social y urbanísticamente”, y que incluya “seguridad jurídica total para dar solidez al derribo de las edificaciones ruinosas y la limpieza de solares”. El Peri se aprobó en 1996 con el objetivo de renovar el casco histórico ante la pérdida de población de los años 80, una problemática que se acentuó paulatinamente a partir de 2012-2013, lo que, según Fegein, hizo caer “en saco roto la débil recuperación de un PERI que no cuajó”. En 2010, un 8,8% de la población de la ciudad vivía en el casco histórico, mientras que en la actualidad este porcentaje se ubica en el 6,9.