CAMINO AL 12-J

Casi 120.000 votos se quedaron sin escaño desde las primeras gallegas

Colegio electoral en el campus universitario.
photo_camera Colegio electoral en el campus universitario (JOSÉ PAZ).
La convocatoria de 1989 dejó en la provincia 30.462 sufragios huérfanos de representación, con 16 candidaturas presentadas 

Hay vida (política) más allá de la elección de diputados, senadores o concejales en los procesos electorales. Para conseguir representación en las instituciones se necesitan miles de votos, pero son muchos los que se quedan fuera. En la circunscripción ourensana se dirimen el 12 de julio catorce diputados para el Parlamento de Galicia y por la provincia se han presentado trece candidaturas. Hay una distancia abismal en medios y respaldo electoral, pero a lo mejor está más igualada la ilusión. 

Consultando la base de datos electorales, desde la primera convocatoria para elegir representantes en el Parlamento de Galicia, en 1981, hasta la de 2016 se depositaron en la urna 119.719 papeletas a partidos políticos que se han quedado fuera de la cámara. 

Arrancaba en 1981 la carrera para conseguir mayorías y gobernar Galicia tras el recientemente aprobado Estatuto de Autonomía, en el referéndum de diciembre de 1980, con una abstención media en Galicia del 73,8%. Si votar en la consulta popular no levantó pasiones, tampoco en las primeras elecciones al Parlamento de Galicia, que en Ourense dejó en casa al 58,5% del electorado.

Para conseguir acta de diputado se presentaron por Ourense once candidaturas, pero solo tres tendrían escaño: la extinta Unión de Centro Democrático, Alianza Popular (actual PP) y el PSOE, repartiéndose siete, cinco y tres escaños, respectivamente. Se quedaron sin escaño ocho formaciones políticas, que sumaron entre todas 18.441 papeletas. 

De aquel reparto se quedaron fuera formaciones con tanta presencia actual como el BNG, que entonces se presentaba como Bloque Nacional Popular Galego (BNPG), en alianza con el Partido Socialista Galego (formación de carácter nacionalista de entonces, sin nada que ver con el PSOE). Conseguiría en Ourense 7.377 votos, el 5,16% del total, insuficiente para conseguir diputado. UCD tendría siete parlamentarios con 61.103 sufragios; AP cinco con 40.077 y el PSOE tres con 23.448.

El récord

Pero no fue aquella convocatoria en la que se votaron a más opciones que quedaron fuera del reparto de escaños. Ese récord lo ostenta la cita de 1989, con 30.462 papeletas huérfanas de escaño. Era lógico porque el abanico de candidaturas también batía todos los registros en todas las autonómicas: 16 alternativas, pero solo tres situarían parlamentarios en la cámara gallega. Los 81.563 votos del PP (44,19% del total) le permitieron entonces obtener ocho actas de parlamentario y con ello ayudar a apuntalar la primera victoria de Manuel Fraga, que luego se reeditaría en las sucesivas citas hasta el 2005. 

El PSOE, que venía de gobernar con Coalición Galega y Partido Nacionalista Galego, situando a Fernando González Laxe como presidente de la Xunta, ocupó la segunda posición con 60.712 papeletas (32,89%) y seis diputados. Por último, la extinta Coalición Galega quedaba con un escaño gracias a sus 11.827 votos (6,41%).

Entre el abultado grupo de partidos que no tendrían representación en la provincia volvía a estar el BNG, cuarta fuerza por número de votos (10.086) encabezando el pelotón de aspirantes a escaño, una nómina en la que estaban también históricos partidos como el Centro Democrático y Social (CDS) de Adolfo Suárez, pero también el Partido Nacionalista Galego, que estaba en el Gobierno gallego, y que recogió el apoyo de 5.564 ourensanos (el 3,01% del total).

Al margen de estos partidos otras históricas (o sonoras) siglas aspiraban a entrar en el Parlamento de Galicia: Partido Socialista Galego-Esquerda Galega, Esquerda Unida, Fronte Popular Galega, Os Verdes, Agrupación Ruiz Mateos o Falange Española de las JONS.

Escasa aceptación

En el lado contrario, la cita en la que se produjeron menos votos sin escaño fue la convocatoria del 2005, con 2.619 papeletas sin premio. Se presentaban once opciones diferentes, pero la polarización de voto hacia los mayoritarios fue determinante. El PP (que perdería la mayoría absoluta en Galicia) contó con 115.684 votos ourensanos (51,26%) y ocho parlamentarios. El PSOE fue segundo con 70.251 papeletas (31,13%) y cuatro actas y cerró la representación el BNG, que aportó dos diputados gracias a sus 37.141 votos (16,46%). Sería el inicio del bipartito en la Xunta, con Emilio Pérez Touriño en la presidencia.

Fuera del Parlamento quedaban los ocho partidos restantes, pero era tal la diferencia que la cuarta fuerza política pasó a ser Esqueda Unida, con 766 votos (un 0,38% del total). Es decir, entre el tercer y el cuarto partido concurrente había una diferencia de 36.375 sufragios.

En el histórico electoral de las autonómicas también se sitúan en los extremos el partido con más votos y el que cosechó menos respaldo popular. En la convocatoria del 1997 el PP logró su techo, con 123.697 votos en Ourense (57,20%) y en el lado opuesto se situó en el 2012 el Partido Integración Comunitaria, con 53 votos (0,03%). 

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