Esta modalidad de alojamiento, más cara que pisos compartidos, roza el 100% de ocupación
No es la opción más barata, pero cubre sin problema la demanda. Las casi 300 plazas de alojamiento para universitarios disponibles en residencias de la ciudad rozan el 100% de ocupación desde hace semanas, con lista de espera incluida, para el curso 2019/2020.
Los estudiantes de nuevo ingreso en el Campus son el perfil que llena esta modalidad de alojamiento. Los precios van desde los 239 euros por un estudio compartido con derecho a cocina hasta superar los 500 por alojamiento y manutención durante los 10 meses que dura el curso.
Tres opciones
La residencia universitaria de As Burgas, en la Avenida Alfonso Rodríguez Castelao, oferta 201 plazas. Todas ocupadas. "Tenemos lista de espera por si se produce alguna baja", explican desde el centro. "El 85% de los que la solicitan son alumnos nuevos, que prefieren esta opción porque no conocen a nadie antes que ir a un piso compartido. Pero también hay estudiantes de siguientes cursos que renuevan plaza", añaden. La cercanía con el Campus, el "plus" de los que escogen estas instalaciones. Un estudio compartido con cocina cuesta 239 euros al mes por estudiante. La opción más cara es un estudio doble para uso individual: 429 euros.
La residencia juvenil Florentino López Cuevillas, en As Mercedes y de titularidad autonómica, dispone de 55 plazas. No es un centro exclusivo para universitarios, también pueden acceder estudiantes de Formación Profesional. Todo completo. Coinciden en que el perfil es mayoritariamente de primer año, pero hay jóvenes "que llevan ya dos o tres años alojados". El precio por el alojamiento y la manutención es de 324 euros mensuales. "Es una residencia muy céntrica, es lo que suelen primar los estudiantes. Preguntan las conexiones con el Campus, si es necesario coger algún bus...", anotan desde la residencia.
La residencia de Santa Marina, gestionada por las religiosas Calasancias en la rúa Santo Domingo y que solo admite mujeres, tiene una veintena de habitaciones cubiertas, de las 30 que ofrecen. Ahora mismo es la única opción disponible para los estudiantes que quieran escoger esta modalidad de alojamiento, pero solo mujeres. Las solicitantes deben pasar una entrevista con la directora del centro, donde se le informa de las condiciones del alojamiento, que incluye también manutención. Este tipo de alojamiento suele superar los 500 euros.
166 euros, precio medio en un piso compartido en la zona del Campus
La comodidad o el deseo de conocer gente en un ambiente diferente a un piso compartido motivan al perfil de estudiante que escoge residencias universitarias en Ourense, mayoritariamente alumnos que inician estudios en el Campus. Con todo, no es una opción barata si se compara con alquileres compartidos. El precio medio de un alquiler de un piso de tres habitaciones en la zona de As Lagoas, cercana al Campus, ronda los 500 euros, 100 euros más que el pasado verano. Aún así, es la opción más económica: 166 euros por persona. O Couto, A Ponte o el Posío, zonas cercanas al centro, bajan en 100 euros el precio medio y sigue siendo una distancia corta al centro y al lugar de estudio.
En las residencias universitarias hay, además, complementos como la limpieza, el cambio de sábanas, parking o wifi premium que, en el caso del centro de As Burgas, incrementaría hasta en 125 euros el precio de la habitación. La lavandería es otro de los clásicos complementos que el alumno debe pagar en una residencia.
Hay una opción menos conocida y que depende de la UVigo: el complejo residencial Alcai, en Allariz. Funciona como un conjunto de apartamentos para una o dos personas y el alquiler asciende a 220 euros más gastos. "Es como un piso. La gente que lo escoge quiere vivir en un entorno tranquilo y tiene coche para moverse", anotan desde el complejo, que dispone de tres apartamentos.
