SUCESO / OURENSE

El caso de Socorro Pérez se atasca debido a la ausencia de sospechoso

La Policía Nacional buscó pistas, sin hallar resultados, entre hombres con antecedentes por agresiones sexuales

La Policía Nacional de Ourense reconoce de puertas para afuera que sigue trabajando con denuedo en la resolución del caso. Pero intramuros sabe que el desenlace, a los casi cinco meses del homicidio de Socorro Pérez (43 años), se presenta complicado por la ausencia de indicios o pruebas que conduzcan hacia algo sólido. Una identidad.

Un hecho importante que marca la principal diferencia con respecto a la investigación del otro crimen ocurrido este año en Ourense y también pendiente de resolución: la muerte del párroco de Vilanova dos Infantes, Adolfo Enríquez Méndez (77 años), el 11 de marzo. En esta última investigación, sí hay hilo del que tirar. La Guardia Civil tiene sospechosos.

El hallazgo del cadáver a los dos días del crimen, cuyo móvil es el robo de la pequeña Virgen del Cristal, una pieza del siglo XVII, posibilitó un escenario a los investigadores bien distinto. Aunque en este caso, los vestigios recogidos en el pajar donde fue asesinado (pelos, esencialmente) no arrojaron luz.

En la muerte violenta de la vecina de O Couto por un posible móvil sexual, los restos óseos aparecieron más de un mes después de la denuncia por desaparición que interpusieron sus padres, lo que imposibilitó que el cadáver hablase claro. El hundimiento del cráneo desveló un fortísimo traumatismo craneoencefálico, pero nada más.

La Policía cree que alguien, con intenciones libidinosas, salió al camino de Socorro Pérez cuando corría por el Alto del Seminario. Por esta razón, según pudo saber este diario de fuentes cercanas al caso, puso en el punto de mira a aquellos vecinos de la ciudad con antecedentes policiales o judiciales por agresiones sexuales (violaciones o abusos). Pero esta línea de investigación no cuajó.

Pese a todos estos contratiempos, la Policía Nacional dice que no da carpetazo al caso. "Seguimos trabajando de forma intensa en este tema y en ningún momento hemos tirado la toalla", reconoce el máximo responsable de la Comisaría de Ourense, Amable Valcárcel. Más aún, dice que están dispuestos a hacer "todo lo que esté en nuestra mano" para lograr detener al autor del homicidio que le costó al vida a Socorro Pérez el pasado 2 de mayo.

Familia descorazonada

Mientras, la familia se siente descorazonada. Le consta, según dice el portavoz, Jesús Pérez Barreiro, que la Policía Judicial tiene como prioridad la resolución del homicidio, pero cuestiona el enfoque que se le dio al caso cuando Socorro Pérez aún era una mujer desaparecida y no un cadáver. Pérez Barreiro cree que se perdió un tiempo muy valioso creyendo, en un primer momento, que su prima podía haberse suicidado en base a algo tan nimio como la depresión leve que la víctima había padecido cinco años atrás. Por eso, el rastreo se volcó en el río Miño.

De hecho, en el entorno de la perjudicada no se olvida que el hallazgo del cadáver el seis de junio fue gracias a tres cazadores amigos de la familia que dedicaban sus tiempo libre a buscar a Socorro por los lugares que solía frecuentar cuando hacía deporte.

Te puede interesar