La diputada del PP que criticó la trayectoria de su partido, se defiende en un acto en Ourense
La diputada del Partido Popular en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo asistió ayer a una charla-coloquio en El Cercano de Ourense para presentar la plataforma “Libres e Iguales”, un movimiento político español creado en 2014 para enfrentarse a la pretensión independentista de una parte del nacionalismo catalán.
Alvarez de Toledo, que esta semana protagonizó una tormenta política en el PP nacional al cuestionar públicamente la última trayectoria del partido y el liderazgo de Rajoy, fue muy parca ayer pese a las insistentes preguntas de los periodistas, declarando que sólo expresó abiertamente "lo que piensa buena parte de la militancia".
Así, en momentos previos al acto de Ourense, Álvarez de Toledo hizo referencia a esas reflexiones en el periódico en el que colabora (El Mundo) y que justificó por la imposibilidad de tomar la palabra tras la intervención del presidente del Gobierno en la última junta directiva nacional del PP. La diputada explicó que la publicidad de sus opiniones sobre el partido “ni me ha beneficiado, ni me ha perjudicado” y añadió que “mis palabras no me han traído, y no me van a traer, ningún tipo de consecuencias”; aclarando que “lo único que he hecho con la carta que llevaba preparada a la junta ha sido trasladar al grupo y decir lo que realmente mucha gente está pensando”. En este sentido, la aristócrata (marquesa de Casa Fuerte) hacía referencia a la responsabilidad individual “y yo he cumplido con la mía”.
Acto seguido, se procedió a la presentación de la plataforma que, según explicó Cayetana Álvarez, una de las primeras firmantes de su manifiesto fundador leído a las puertas del Congreso el 15 de julio de 2014, está abierta a todos los ciudadanos comprometidos con los valores de la “moderna España: la libertad, la igualdad, el pluralismo, la justicia y la solidaridad”. Ante una sala que completó su aforo, dio cuenta de que la finalidad misma de Libres e Iguales es la defensa de los principios y de la convivencia democrática, la movilización del conjunto de ciudadanos en el debate provocado por el “secesionismo” catalán y la “deslegitimación intelectual y moral del nacionalismo”.
Por otro lado, hizo un llamamiento al Estado y a todos los partidos políticos que tienen, o han tenido, la posibilidad de representarlo, para que “sea igualmente combativo y enérgico en defensa de la democracia, cosa que no siempre ha ocurrido”. Por último, habló de “la opción revolucionaria que pretende arrasar con el sistema democrático que tenemos”. En referencia a lo anterior, explicó que se divide en dos “amenazas clásicas”: los separatistas y los populistas que, “pese a que a unos no les gusta que los comparen con los otros, los dos tienen el mismo sustrato, es decir, acabar con el modelo constitucional en la transición y sustituirlo”.
