Los cementerios de la provincia de Ourense se llenaron de visitantes en una jornada marcada por el ajetreo de familiares y amigos de las personas enterradas en mausoleos y tumbas, repartidas por los cuatro puntos cardinales de la geografía ourensana. El trasiego de centros florales y jarras con agua era constante en villas como Ribadavia, Carballiño, Allariz, Celanova, Bande, Pobra de Trives, O Barco o Manzaneda.
Todo ello en una jornada en la que, tras las abundantes lluvias de los últimos seis días, el sol y el buen tiempo acompañaron a los visitantes, que ofrecieron una oración por sus difuntos, en un día marcado en el calendario de la fe católica como de tributo a los que se han ido.
Los visitantes del cementerio de Bande se encontraron con un espacio totalmente rehabilitado tras una reciente intervención. Mientras en el cementerio municipal de O Barco, no faltó la tradicional misa de campaña a pie de camposanto.
