TURISMO

Una veintena de nuevas plazas en el San Miguel a mediados de verano

El establecimiento aspira a contar con dos estrellas y combinará servicio de hostelería y las doce habitaciones previstas

La ciudad tendrá más plazas hoteleras a partir de este verano, el plazo que la propiedad del futuro hotel San Miguel maneja para abrir un establecimiento aún en obras en la calle homónima. Cándido Martínez Orbán es el representante de una empresa familiar que ya gestiona la chocolatería y hostal que llevan el mismo nombre y que se ubica en la calle Irmáns Villar, también en el casco histórico.

Hace ya más de un año que las obras comenzaron, partiendo del edificio que albergaba el antiguo hostal San Miguel, al que se les está dando una profunda transformación ya no solo en la fachada sino en el interior. Martínez Orbán recuerda que se animaron a la inversión pese a que se el proyecto se encaraba en unos momentos de dura crisis económica porque el desarrollo turístico de la ciudad tiene mucho margen de crecimiento. Indica que "la zona en la que está el hotel es muy buena y Ourense está aprovechando el tirón de las termas y si hacemos las cosas medianamente bien el negocio puede ir bien".

El futuro establecimiento llevará en la planta baja un negocio de hostelería, previsiblemente una cafetería, ya que la propiedad descarta otro restaurante. En la primera planta se habilitará un local para eventos "o para servicios propios del hotel", aclara Cándido Martínez. En las plantas segunda y tercera irán las habitaciones propiamente dichas, doce en total (diez dobles y dos individuales), con lo que el futuro hotel dispondrá de 22 plazas.

El proyecto hotelero prevé conseguir dos estrellas porque, al menos, tiene los servicios correspondientes a esta categoría, según hace notar el representante del negocio. Sin embargo, aún está en trámite la solicitud. Por lo que respecta a la ambientación, Cándido Martínez Orbán adelanta que será "acorde con la zona histórica en la que se encuentra y va a quedar bonito".

CLIENTELA

El nuevo hotel buscará nutrirse de un perfil profesional de lunes a viernes, con clientes que lleguen a Ourense por motivos de trabajo, mientras que los fines de semana se buscará que se hospeden personas que llegan a la ciudad por motivos de ocio. Sobre esta última posibilidad, Martínez Orbán da por hecho que la ocupación será alta. Confiesa este empresario que el año está arrancando "con altibajos y se trabaja bien solo en momentos puntuales" desde el punto de vista hotelero, apreciando que "la gente sigue mirando mucho lo que gasta".

Sí cree que la ciudad tiene mucho margen de crecimiento en materia turística. Opina este empresario que las instituciones deben intensificar la labor de promoción de la ciudad "porque el producto es bueno pero no se conoce como debiera".

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