El vicerrector del Campus, Juan Francisco Gálvez, salió ayer al pasó de las críticas que la asociación universitaria Opico realizó, al cuestionar la convocatoria del primer Concurso de Intervención Artística, una actividad dotada con 3.000 euros que premia al mejor grafiti o pintura mural para proyectarse sobre el muro de la fachada superior de la Biblioteca Central.
Para la asociación, la dotación económica de este premio es un nuevo ejemplo de los gastos innecesarios que realiza la Vicerrectoría, mientras que para Gálvez, las críticas de este colectivo, compuesto por alumnos de la Facultad de Derecho y la Escuela de Informática y liderada por el estudiante Rodrigo González, son infundadas pues, según aclara, la dotación económica del premio no costará ni un sólo euro a la Universidad, ya que el gasto lo asumirá íntegramente la Asociación de Libreros de Ourense, gracias a un convenio de colaboración.
Este convenio, firmado el año pasado entre los libreros de la ciudad y la Vicerrectoría, consiste en que la Biblioteca Central adquiera anualmente, por lo menos en un 80%, los libros y publicaciones que necesite para su funcionamiento en las librerías ourensanas y, como contrapartida, la Asociación de Libreros se compromete a destinar parte de estos beneficios a actividades culturales y artísticas en las que puedan participar los universitarios.
Por estos motivos, para el vicerrector del Campus, el concurso de grafiti en la fachada de la Biblioteca está justificado por completo pues para las universidades es una obligación promocionar el arte entre sus estudiantes y la sociedad.
Críticas con tintes demagógicos
Otro de los cuestionamientos que la asociación Opico ha lanzado contra la Vicerrectoría se basa en reivindicar la extensión del horario de la Biblioteca, que se ha reducido en época de exámenes de las 2:40 horas a la una de la madrugada por falta de recursos. Para Gálvez estas críticas tienen tintes demagógicos y sólo intentan crear polémica en una época previa a la celebración, en el mes de mayo, de las elecciones a Rector de la Universidad de Vigo. Además, asegura que en la reunión del Claustro, en la que se aprobó la reducción del horario de la Biblioteca, estaba presente una representante de la Asociación Opico, quien no cuestionó en ningún momento la medida, por lo que es increíble que ahora lo hagan.
Este convenio, firmado el año pasado entre los libreros de la ciudad y la Vicerrectoría, consiste en que la Biblioteca Central adquiera anualmente, por lo menos en un 80%, los libros y publicaciones que necesite para su funcionamiento en las librerías ourensanas y, como contrapartida, la Asociación de Libreros se compromete a destinar parte de estos beneficios a actividades culturales y artísticas en las que puedan participar los universitarios.
Por estos motivos, para el vicerrector del Campus, el concurso de grafiti en la fachada de la Biblioteca está justificado por completo pues para las universidades es una obligación promocionar el arte entre sus estudiantes y la sociedad.
Críticas con tintes demagógicos
Otro de los cuestionamientos que la asociación Opico ha lanzado contra la Vicerrectoría se basa en reivindicar la extensión del horario de la Biblioteca, que se ha reducido en época de exámenes de las 2:40 horas a la una de la madrugada por falta de recursos. Para Gálvez estas críticas tienen tintes demagógicos y sólo intentan crear polémica en una época previa a la celebración, en el mes de mayo, de las elecciones a Rector de la Universidad de Vigo. Además, asegura que en la reunión del Claustro, en la que se aprobó la reducción del horario de la Biblioteca, estaba presente una representante de la Asociación Opico, quien no cuestionó en ningún momento la medida, por lo que es increíble que ahora lo hagan.
