La provincia tiene seis nuevos abogados que ayer viernes juraron sobre la Constitución su cargo. El evento se celebró en el Colegio da Avogacía de Ourense, donde con alegría, orgullo (y elegancia), los letrados realizaron su promesa acompañados de sus padrinos. El evento se iba a celebrar en noviembre, pero la pandemia hizo esperar medio año más a los futuros letrados para tener su “graduación”, quienes tampoco pudieron vestir la toga para prevenir al máximo los contagios.
Tras las intervenciones de las jóvenes promesas, intervino la decana del Colegio, Pilar López-Guerrero. Nombró a los jóvenes “fillos da pandemia e fillos de cambios importantes na avogacía española”. Entre otros citó el Código Deontológico de la Abogacía que fue aprobado el año pasado, “unha das pezas angulares que ampara o exercicio da avogacía”, y del nuevo Estatuto General de la Abogacía Española.
López-Guerrero no olvidó que el acto se celebró en el Día del Libro, día en el que en 1616 fallecían William Shakespeare y Miguel de Cervantes. A este último la decana le dedicó un homenaje por su estrecha relación con la profesión del abogado: “Cervantes sería un cliente ideal porque toda a vida se presentou a longos procesos xudiciais”, explicó. López-Guerrero relató a su audiencia que Miguel de Cervantes fue “unha persoa que coñecía as estratexias do mundo do Dereito” y por ello, recomendó a los nuevos letrados reeler El Quijote pero esta vez con perspectiva jurídica.
Para terminar, reseñó otro libro “Vuelos en libertad ”, de Gómez de Liaño, en el que relata que “la abogacía es la más difícil de las profesiones jurídicas”, porque es una práctica sin margen de error.
