La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) premió a nivel nacional el protocolo implantado en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) para pacientes con sensibilidad química múltiple. La iniciativa, puesta en marcha recientemente, busca mejorar la estancia en el centro sanitario de las personas afectadas por la patología. El trastorno provoca una respuesta fisiológica a múltiples agentes y componentes, tales como alimentos, medicamentos, perfumes o productos de limpieza. Como no existe un tratamiento concreto para tratarlo, los pacientes precisan ciertas condiciones para acudir a espacios cerrados (como centros de salud u hospitales) sin que su salud se vea comprometida.
En el CHUO, el protocolo se puso en marcha después de la queja de una paciente con sensibilidad química. “Belén Piñeiro (responsable del servicio de Atención a Pacientes y Humanización) nos avisó de un escrito de una mujer ante las dificultades de un acceso seguro a las consultas. Ese fue el pistoletazo de salida”, explica Miriam Vázquez, enfermera del área de Calidad que, junto con su compañera Rebeca Gómez, trabajó en la elaboración del documento. Las sanitarias comenzaron a buscar información y formaron un equipo de trabajo con profesionales de admisión, Urgencias, Atención Primaria y consultas externas. La clave del éxito fue escuchar directamente las demandas de los pacientes: “Hicimos varias videoconferencias para conocer de primera mano las dificultades, las limitaciones… nos dimos cuenta de que eran personas un poco marginadas del sistema sanitario por tener una patología poco frecuente”.
Belén Piñeiro explica las múltiples barreras de los espacios sanitarios para los pacientes: “Son lugares onde se usan moitos químicos e moitos desinfectantes”. Pero el escuchar las demandas de los afectados permitió encontrar soluciones: “Se a persoa vén á primeira hora da mañá, cando o ambiente está máis limpo, a súa saúde non se ve afectada”.
El equipo solicitó a los pacientes autorizar su identificación en el sistema sanitario, lo que permite activar el protocolo en cada cita. “Es un ensamblaje entre limpieza, logística, Medicina Preventiva y citación”, relata Vázquez. Así, se establecen circuitos específicos (higienizados y ventilados de forma adecuada) y se avisa a los profesionales para que no utilicen fragancias o productos químicos.
El protocolo ya está activo en Primaria, Urgencias y consultas externas, y el próximo paso será activarlo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y en hospitalización. Las profesionales dan cuenta de su satisfacción: “Xa viñeron varios pacientes e puideron ser atendidos de xeito adecuado”.
