Las termas de As Burgas reviven tras cuatro años. Primero la pandemia y después retrasos en la obra la mantienen clausurada desde marzo de 2020
Cuatro años después, la ciudad está a punto de recuperar las termas públicas de As Burgas, cerradas a cal y canto desde la irrupción de la pandemia el 14 de marzo de 2020. Primero estuvo cerrada casi dos años por las restricciones y, posteriormente, la necesidad de adaptar las instalaciones a la nueva Lei de Espazos Lúdicos Termais retrasó hasta ahora su posible reapertura.
La tardanza a la hora de buscar una solución por parte del Concello y ejecutar las obras necesarias ha dejado durante muchos meses a la ciudad sin uno de sus más valiosos recursos turísticos, que, si nada se tuerce estarán ya disponibles este verano.
En la jornada de ayer, las piscinas de As Burgas volvían a llenarse, ya con las obras prácticamente rematadas, para comprobar que funcionaban con normalidad, paso previo a la posible entrega de la instalación y su puesta a disposición de nuevo del público, ya con el sistema de depuración renovado, así como nuevos vestuarios.
La rehabilitación de esta piscina contó con una subvención de 200.000 euros que la Consellería de Economía entregó al Concello de Ourense para su ejecución, ya en abril de 2023, hace más de un año. El coste total del proyecto asciende a 548.000 euros, precio por el que fueron adjudicadas. Las obras se van a finalizar con mucho retraso, ya que los trabajos comenzaron en junio del pasado año y tenían un plazo de cinco meses para su finalización, plazo que se fue prorrogando en sucesivas ocasiones. La empresa responsable, Coviastec, instaló cámaras de seguridad en el exterior y wifi, ha colocado una sonda para medición de la calidad del agua y un sistema de control de acceso de los usuarios al recinto.
Queda por ver ahora el modelo de gestión elegido por el Concello, después de que hace unos meses el alcalde deslizase que se plantearía la privatización de la gestión.
