SANIDAD

El CHUO, pionero en el uso de prótesis contra la incontinencia

Ourense. 13-08-2015. Fotos entrevista a Carlos Muller. José Paz
photo_camera El urólogo del CHUO Carlos Muller, en su consulta.

Ha implantado un nuevo modelo ajustable, indicado para casos moderados de pacientes varones

La incontinencia urinaria no es un problema exclusivo de la mujer. El estigma social derivado de las dificultades para controlar las pérdidas de orina genera, a su vez, un importante deterioro en la calidad de vida del hombre que las padece, agravado por el temor y la vergüenza a seguir un tratamiento médico para corregirlas.

Existen dos tipos de incontinencia: la de esfuerzo, derivada de traumatismos o de intervenciones quirúrgicas, y la de urgencia, tratada a través de medicamentos o mediante la novedosa inyección de bótox en la vejiga. Para el primero de estos tipos, el servicio de Urología del CHUO ha puesto recientemente en marcha la colocación de prótesis.

El urólogo Carlos Muller explica que la incontinencia de esfuerzo "se debe a un déficit del esfínter, por lo que debemos reconstruirlo". Su mecánica consiste en "presionar un poco el conducto para evitar las pérdidas". Existen diferentes tipos de prótesis, por lo que es necesario "que el paciente vaya muy bien estudiado, para ajustarle la que mejor le convenga, según el grado de incontinencia que tenga y de las causas".

El pasado mes de junio, el Complexo Hospitalario ourensano fue el primero en España en colocar prótesis de titanio regulables, con un resultado "muy bueno". Indicadas para incontinencias moderadas, su ventaja es que el ajuste del dispositivo se realiza en consulta en función de las necesidades del paciente, "hasta lograr que quede lo más continente posible".

Al margen de este nuevo tipo de prótesis están las no ajustables, más idóneas para casos de incontinencias leves, y los esfínteres artificiales, para las severas. Estos últimos son muy efectivos, pero requieren que el paciente las active cada vez que necesita ir a orinar, "pulsando un mecanismo que desactiva la retención de la orina y activándolo de nuevo al terminar". Este dispositivo, explica Muller, "se encuentra en el escroto, al lado del testículo".

A pesar de que las nuevas prótesis ajustables cuentan también con un mecanismo similar, este "solo es activado por el médico en el momento de regularla, y luego ya no se toca más". Esta prótesis "no es dolorosa, ni genera bultos ni molestias", explica el urólogo, y se implanta a través del periné 
–la zona que se encuentra entre los testículos y el ano–, con lo que requiere de una intervención mínimamente invasiva y garantiza que permanezca oculta.

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