PROBLEMAS CON LOS ASCENSORES

Cientos de vecinos viven atrapados en la ciudad en edificios sin ascensor

OURENSE. 08.07.2016 RUA DA CANTIGA, REPORTAJE SOBRE PROBLEMAS DE MOVILIDAD. CARMEN VAZQUEZ, EN LA ESCALERA DE SU VIVIENDA. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Carmen Vázquez, ayudada por su vecina Mari Carmen para bajar las escaleras hasta la calle.

Un tercio de los inmuebles carece de esta dotación básica, sobre todo en viviendas construidas antes de los años 60

Un escenario tan simple como abandonar el domicilio particular se convierte cada día en una especie de tortura para cientos de personas en el Concello de Ourense, condenadas a llevar a cabo una experiencia similar a descender un abismo para cruzar el portal de sus viviendas y dar un simple paseo por su barrio. Esta problemática responde, en gran medida, a la ausencia de ascensores en una tercera parte de los edificios de la ciudad, según los datos facilitados desde el sector inmobiliario ourensano, que expone que los inmuebles sin esta instalación se concentran mayoritariamente en barrios como A Carballeira, O Vinteún, Polvorín, Covadonga, San Francisco o Casco Vello, donde muchas de las viviendas fueron construidas durante la década de los 60 y en donde residen, mayoritariamente, personas de avanzada dedad.

Un claro ejemplo de los inconvenientes que supone la falta de este servicio en un edificio lo sufrió Vitorino Álvarez, un vecino de 90 años de la Praza da Cantiga, en la rúa das Camelias, que hace un mes se cayó por las escaleras mientras trataba de salir a la calle, un tropiezo que, afortunadamente, no supuso consecuencias graves. "Isto é moi complicado, gústame moito estar fóra da casa pero só podo saír algunha vez, menos mal que teño forza de vontade e ata baixo de cu, senón non saía da casa", explica Vitorino, que hace equilibrios con su bastón y la barandilla para no sufrir otro percance mientras sube a su casa.

Este nonagenario comparte piso con su mujer Carmen Vázquez, que también sufre las consecuencias de la falta de un elevador. En su caso, reconoce que "non quero saír moito porque sempre necesito algo de axuda para baixar as escaleiras, se tivera facilidades, claro que sairía máis, pero así faise difícil e se quitan as gañas".

Vitorino y Carmen son un claro ejemplo de las consecuencias de la falta de un sistema mecánico en los edificios para llegar a las viviendas, un problema que se acrecienta por la situación demográfica de la provincia, donde un 30% de los habitantes son ya mayores de 65 años, con los consiguientes problemas de movilidad que van apareciendo. Esto contrasta con las instalaciones de las que disponen, ya que el porcentaje de inmuebles con ascensor, un 31,1%, es el más bajo de todas las provincias de la Comunidad, según datos del Instituto Galego de Estatística. Lugo llega al 36,7%, A Coruña al 37,8% y Pontevedra roza el 40%, aunque la situación ha mejorado respecto a hace diez años, cuando solo el 22% de los hogares ourensanos disponían de ascensor.

Ayuda necesaria

Para todos los ourensanos con problemas de movilidad en sus propios edificios, se antoja fundamental la colaboración de vecinos y familiares. Sin ellos, reconocen, sería casi imposible llegar a tener cierta calidad de vida.

"Sen xente que nos bote unha man, todo sería moi complicado. Necesitamos xente que nos faga recados, nos axude a desplazarnos", explica Vitorino.

Aunque son las personas mayores los que más sufren las consecuencias de la ausencia de ascensores, este escenario supone también un contratiempo importante para aquellos que tengan movilidad reducida o sufran un accidente puntual, que ven como su propia casa se convierte en una especie de cárcel.

En la comunidad de Praza da Cantiga, no son pocos los vecinos que tomaron la decisión de mudarse por la imposibilidad de hacer una vida mínimamente normal, un hándicap que todavía sufren muchos ourensanos.

40 expedientes en el concello para poner elevadores

En los últimos años, son muchas las comunidades de vecinos de la ciudad que se han planteado la instalación de ascensores. En estos momentos, la demanda se nota en el Concello, que tiene en trámite actualmente 40 expedientes para instalar elevadores en diferentes edificios. Esto se constata en cada una de las juntas de gobierno locales, en las que es habitual la concesión de licencias para poner elevadores en las viviendas.

Ante el crecimiento de las solicitudes, el gobierno local de Ourense anunció en el último pleno que pondrá en marcha un programa para subvencionar la instalación de ascensores en comunidades que no disponga de ellos. Su intención es habilitar una partida inicial de entre 400.000 y 500.000 euros, una cuestión comprometida por el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez.

Sin embargo, no son pocos los que se encuentran con reticencias de propios vecinos, que pueden frenar la obra si están disconformes. Es el caso de la comunidad de Praza da Cantiga 2, que ha visto frenada la obra de un ascensor exterior durante varios meses por un problema con la subvención de la Xunta, una cuestión que esperan solucionar pronto, por lo que ya han retomado los trabajos. 

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