“Chorei moito, logo acostumbreime"

photo_camera Erundina González, en su vivienda en O Polvorín.

Los 30 años en el barrio le han servido para hacer muchas amistades que le ayudan en todo lo que necesita, algo indispensable para ella.

El barrio de O Polvorín es uno de los puntos de Ourense con menos ascensores en los bloques de edificios. Las viviendas, construidas a mediados de la década de los 50, solo permiten colocar elevadores en muy pocos portales, por lo que vecinas como Erundina González, de 76 años, sufre mucho para salir de su piso, desde que en 2004 sufriese problemas en su columna.

"É duro estar nesta situación, chorei moito ao principio, pero logo acostumbreime", explica Erundina, que tuvo que mudarse desde un tercero a un primero en la misma zona, pero los escalones hasta la calle siguen complicando su día a día.

"É moi curioso, o médico prohibiume baixar escaleiras pero díxome que tiña que camiñar. Que fago entón?", se pregunta esta mujer nacida en A Peroxa, que lleva tres décadas en O Polvorín.

Los 30 años en el barrio le han servido para hacer muchas amistades que le ayudan en todo lo que necesita, algo indispensable para ella. "Teño que dar voltas por casa porque non podo saír máis que unha vez ó día, menos mal que teño axuda, senón xa non estaría aquí", concluye.

Te puede interesar