El cierre en Castilla y León y Portugal castiga a más de 63.000 ourensanos

Más de 63.000 ourensanos de concellos limítrofes con Castilla y León y el norte de Portugal tendrán restringidos parte de sus desplazamientos los próximos días, como medida sanitaria, debido a los confinamientos perimetrales de la comunidad vecina y las prohibiciones a los viajes no justificados en el país luso. No solo Ourense ciudad y Barbadás, así como Verín y parte de su comarca o tres municipios de Carballiño tiene limitada la movilidad. El carácter fronterizo de Ourense limita, en la práctica, mucho más. No solo a este lado, sino a los más de 800 zamoranos que hacen frontera con la provincia, los casi 4.000 bercianos que hacen vida diaria en el oriente ourensano o los miles de lusos de la Raia. Un total de 22 municipios de Ourense hacen frontera con territorios en los que se ha impedido el tránsito. Se trata, por un lado, de siete concellos que lindan con Castilla y León: Rubiá, Carballeda de Valdeorras, A Veiga, Viana, A Mezquita, O Barco y Vilamartín de Valdeorras. Sus casi 25.000 habitantes no podrán ir a municipios con los que hacen vida a diario, por estar ya en la comunidad vecina. Y es que desde el pasado viernes, en Castilla y León rige un confinamiento perimetral de dos semanas, que solo permitirá los trayectos debidamente justificados por motivos laborales, sanitarios o de fuerza mayor. Aparte, en la comunidad vecina hay un toque de queda una hora más extenso que el gallego, desde las 22,00 a las 6,00 horas. Afecta mucho a Valdeorras, que tiene la comarca de El Bierzo y, especialmente, su capital, Ponferrada, como referencia para grandes compras o el ocio. Además, localidades como Quereño (Rubiá), atraviesan suelo castellano-leonés (Puente de Domingo Flórez, de la que le separa apenas un puente) para comunicarse con el resto de Galicia. A la inversa, en Porto (Zamora) hacen parte de su vida diaria en Viana y A Gudiña y para comunicarse con Castilla y León deben pasar por el concello de A Mezquita. Porto pertenece a la comarca de Alta Sanabria, que tiene el hospital comarcal de Verín como referente sanitario, merced a un convenio entre la Xunta y Junta. La localidad más cercada por las restricciones es A Mezquita –único que limita con Castilla y León y Portugal, como acredita el histórico Penedo dos Tres Reinos, que la separa de la zamorana Hermisende y la portuguesa Moimenta. Sin frontera cerrada Otros 15 municipios raianos limitan con Portugal, sumando más de 38.000 vecinos que este puente no pueden desplazarse ni recibir a los vecinos lusos. Portugal ha endurecido las medidas hasta el 3 de noviembre. La frontera no está cerrada, pero está prohibido cruzarla salvo motivos laborales, ir al aeropuerto o alojarse un hotel con un justificante de reserva y sin salir del municipio de destino. Frontera de Zamora con Ourense // "Somos case máis de Ourense, alí temos o médico e o banco" En la Alta Sanabria zamorana, cuatro municipios (Porto, Pías, Lubián y Hermisende) limitan con Ourense, provincia con la que comparten sanidad, aspectos culturales y también idioma, ya que el gallego es de uso cotidiano. Son unos 820 habitantes que ahora están más limitados y deben reorientarse hacia Zamora. El caso más curioso es el de Porto, que limita con Carballeda, A Veiga y Viana. A estos dos últimos van para los servicios bancarios o hacer la compra. Ramiro Tomás, vecino del pueblo, explica que "a estrada que leva ao resto de Castilla y León obrígache a pasar por Galicia. Case todos os días vén a Guardia Civil e non puxeron problema. Non nos porán trabas para ir a concellos ourensáns", relata. La dependencia es total. "Se pechasen, non temos acceso a medicamentos, nin aos bancos nin a ningún servizo. Só as furgonetas de venda ambulante dos martes e venres. Algunha de Ponferrada, outra de Verín, ...", explica este vecino. En el confinamiento duro no hubo problemas. "Este é o condado de Treviño particular. Aquí hai división de opinións, pero para min somos máis de Ourense ca de Zamora. Uns tiran para un lado e outros para outro. Pero a xente se chega o venres e non pode ver o Gayoso no Luar ponse nerviosa. Como está nun pico, se neva moito, fódese o repetidor. O da TVG está á parte do resto. Entón, temos un pequeno cunha antena parabólica...", añade. "Imos ás compras á Veiga e Viana, e a Verín xa a cousas máis grandes. Para O Barco a estrada é moi mala. Tamén hai quen tira a Puebla", explica Ramiro. Parece que hai algo de manga ancha, a xente ten alí a conta do banco". Desde su Plataforma 102 llevan años reclamando que la Junta les arregle su parte de la carretera. "Fixérono de mala maneira, incluso os oito kilómetros que fixo a Xunta parece que puxeron máis empeño". No tiene dudas: "Sempre estaremos unidos a Galicia". Empresario de Chaves // “Hay que prohibir las aglomeraciones de personas. Ahí si está el problema” El paso fronterizo de Feces de Abaixo-Vila Verde da Raia (Portugal) no está cerrado, ni hay controles policiales fijos como sucedió el pasado mes de marzo. Pero las restricciones para evitar contagios de covid-19 impiden el trasiego de conductores salvo causa justificada. "Lo que hay que vigilar y prohibir son las grandes aglomeraciones de personas sin llevar mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad", asegura Josué Nogueira. Este ciudadano de Chaves, responsable de la empresa Graniflavia, cruza a diario la frontera por motivos laborales. "Este año estoy teniendo mucho trabajo, tanto en la provincia de Ourense como en Portugal", recuerda, puntualizando que él lleva su autorización para pasar cualquier control policial. "No se puede restringir la movilidad de las personas entre los concellos mientras, en el caso de Portugal, se organizan grandes pruebas deportivas y eventos lúdicos que congregan a numerosas personas". Vecina de Quereño // “Los vecinos de Quereño, donde tenemos el ocio es en Puente de Domingo Flórez” Alma Rodríguez Paz, de 43 años, es presidenta de la asociación de vecinos de Quereño (Rubiá) y tiene claro que la nueva situación le va a afectar. "Mi hija, por ejemplo, va al instituto de Ponferrada; ellos no tienen ningún problema porque van y vuelven en el autobús. Pero sí que es verdad que el médico, los comercios, los supermercados están todos en Puente Domingo Flórez, en León. Y es un absurdo tener que cruzar por Castilla y León para ir a O Barco, que nos queda mucho más lejos, que cruzar el puente, que son 200 metros", explica. "Yo de ir al cine ya ni me acuerdo, porque ir a Ponferrada hace tiempo que no voy", añade. Por otra parte, explica que "en el tema de ocio los vecinos de aquí, de Quereño -que somos unos 80- y alrededores , lo tenemos en Puente de Domingo Flórez, los bares, los amigos... Y eso ahora, con esto de los confinamientos, se nos ha quedado todo en nada, la verdad". Vecino y empresario en Feces de Abaixo // “Las visitas a cementerios o la movilidad entre concellos no facilitan los contagios” Antonio Dos Santos lleva semanas prácticamente confinado en la localidad de Feces. "Las visitas a los cementerios o la movilidad de personas entre los puebles no facilitan los contagios del virus. Lo que hay que ser es responsable, extremar las medidas de seguridad tanto por uno mismo como por el resto de vecinos", explica, puntualizando que las restricciones están mermando las compras en los negocios de Feces. "Viene mucha menos gente a comprar porque teme encontrarse con un control policial y ser multados". El paso fronterizo de Feces, en circunstancias normales, sería durante este fin de semana punto de referencia para numerosos ourensanos para disfrutar de la típica Feira dos Santos de Chaves, celebración que fue suspendida. "Otros años ya había trasiego de coches, pero como se puede observar no hay nadie", lamenta. "No sé lo que va pasar con esto, ni cuál va ser la solución", asegura. Ourensana que trabaja en Puente de Domingo Flórez // “Yo tengo todos mis amigos al otro lado del puente, que es donde están los bares” Lucía Bergaz es también vecina de la localidad ourensana de Quereño, en el municipio de Rubiá, pero pegado a la localidad leonesa de Puente de Domingo Flórez, donde trabaja en una floristería. "Yo tengo todos mis amigos al otro lado del puente, a 200 metros, es donde están los bares y comercios, porque en Quereño no tenemos y Rubiá nos queda bastante más lejos", señala esta joven de 23 años. "Lo de ir a Ponferrada ya se acabó, que muchos íbamos al centro comercial El Rosal y a su zona de vinos", añade. Y no solo el ocio, "muchos vecinos, como es mi caso, tenemos el médico al otro lado del puente, porque nos queda más cerca que Rubiá, que está a 25 kilómetros", explica Lucía Bergaz, que, por otra parte, reconoce que "en el último confinamiento hubo comprensión con la situación; a mis padres, por ejemplo, los pararon en el puente y cuando dijeron que iban a comprar, les dijeron que circularan".