Alerta sanitaria

El cierre de PSA deja en vilo a 2.000 trabajadores del sector de la automoción en Ourense

Instalaciones de una empresa auxiliar de automoción del parque de Pereiro.  (Foto: Xesús Fariñas)
photo_camera Instalaciones de una empresa auxiliar de automoción del parque de Pereiro. (Foto: Xesús Fariñas)

 

 

El cierre de la planta viguesa del grupo PSA ocasiona un indudable efecto dominó sobre la industria auxiliar de la automoción ourensana. La suspensión de actividades del fabricante de Zona Franca acarrea un cambio en el ritmo de producción en las empresas locales. Eso sí, en medios sindicales se ve con cierto alivio la parada de la factoría de Peugeot, Citroen y Opel porque se reduce con ello el riesgo de contagio por coronavirus. Ese riesgo se reducirá también en las fábricas ourensanos cuando —como se prevé— se vean afectadas también por el parón vigués.

La jornada de ayer lunes se desarrolló con los ritmos de trabajo inicialmente programados en las empresas que surten de piezas a los grandes fabricantes, pero el vuelco se produjo a primera hora de la tarde cuando el grupo francés PSA anunció el cierre progresivo de todas sus plantas de producción en Europa, no solo la de Vigo, sino también las de Madrid y Zaragoza.

En un comunicado, PSA explicó que la decisión tomada por el presidente del consejo de administración y la unidad de crisis se debe a la aceleración del número de contagios observados en las proximidades de algunos de esos centros, por los problemas de aprovisionamiento y por la abrupta caída de las ventas de coches. El cierre de Vigo se producirá el miércoles, lo que obligará a reprogramar todo el plan de trabajo a las suministradoras ourensanas.

PSA Vigo es el principal destino de las piezas que se hacen en buena parte de las diez empresas auxiliares de automoción que se ubican en los polígonos ourensanos, que suman casi 2.000 empleos directos. Fuentes sindicales daban por hecho ayer que "será inevitable" un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para buena parte de esas plantillas.  Varias reuniones celebradas ayer entre dirección y comités de empresa pusieron sobre la mesa esa posibilidad.

En ese sentido, las medidas económicas que anuncie hoy el Gobierno pueden despejar dudas sobre la forma, porque el fondo prácticamente está inalterable: si no hay actividad en la planta principal, tampoco en las empresas suministradoras. 

En el panel de proveedores ourensanos los hay que dedican el 55% de su fabricación a los modelos de PSA, mientras que un 35% para Renault y el resto para otros gigantes de la automoción. 

La duda está ahora en el tiempo en el que se tardará en recuperar la actividad. Las fuentes consultadas reconocen que "es prematuro" y asumen que "aunque se levante el estado de alarma la incógnita a despejar es cómo se comportará el mercado los próximos meses.

Otros fabricantes

Pero no solo el parón de PSA condiciona la producción de las auxiliares ourensanas. Las factorías de Renault de Valladolid y Palencia —destino de piezas hechas aquí— también están afectadas. El fabricante francés ha decidido detener la producción, un camino que también tomó Seat, que también afecta a alguna de las fábricas locales que surten piezas para el modelo Arona. También Mercedes detuvo la fábrica de Vitoria, si bien para aquella planta apenas salen suministros ouresanos.

Las industrias ourensanas siguen sin casos positivos de coronavirus. Se siguen aplicando todos los protocolos de prevención con turnos escalonados y teletrabajo, fundamentalmente. 



¿Cuánto durará el ritmo actual de producción?

La actividad en los polígonos industriales de la provincia se mantuvo ayer, pero el ritmo fue muy inferior al de las jornadas anteriores a la crisis del coronavirus.Los polígonos fueron, de todas formas, la excepción visual de lo que se veía en la ciudad. Mientras en la urbe la actividad laboral era mínima, el ambiente en los polígonos era sustancialmente mejor. El transporte de mercancías continuó con cierta normalidad. Durante la mañana los camiones entraban a las suministradoras de piezas de automóvil a un ritmo similar al de cualquier otro día.

En las empresas de alimentación y distribución de productos para supermercados también se registraba  una notable actividad. Empresas de moda como Sociedad Textil Lonia o Adolfo Domínguez mantuvieron su actividad, aunque el consumo está cayendo en picado y los puntos de venta, cerrados. Empresas como el grupo Cuevas o Coren siguen con un ritmo de trabajo muy notable como consecuencia del aumento de la demanda que se está produciendo estos días. Las flotas de camiones, como reconocen en la asociación Apetamcor, se mantienen con un ritmo de actividad notable, sin descartar que esta situación se puede modificar en cualquier momento porque parte de los grandes cargadores pueden reducir los próximos días el ritmo de pedidos. 

Por lo que respecta a las empresas exportadoras, por el momento se mantiene el ritmo de expediciones, pero también aquí hay temor a las restricciones dictadas por algunos países.



Las organizaciones empresariales y sindicales se adaptan al nuevo escenario

Las "ventanillas" no dejan de recibir solicitudes de información. Asociaciones empresariales, colectivos profesionales o sindicatos se están adaptando a la nueva realidad. En la Confederación Empresarial de Ourense (CEO), su secretario general, Jaime Pereira, aludió ayer a la existencia "de una gran cantidad de llamadas de empresas que buscan información directa", reconociendo que en buena parte de los casos se debe a información sobre cómo adaptar la empresa a la nueva situación. Tanto la organización como muchas empresas están a la espera de conocer las medidas económicas anunciadas para hoy por el Gobierno.

La propia CEO alude a que existen muchas dudas sobre la forma de trabajar de las empresas, qué sectores pueden trabajar y qué medidas se tienen que aplicar para que se produzca con plenas garantías. 

Pero la falta de actividad provoca que se acumulen las solicitudes de información directa sobre la tramitación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

En la Asociación de Empresarios del Polígono de San Cibrao la actividad fue ayer muy limitada, aunque en las últimas jornadas se reforzó la comunicación con los asociados, sobre todo para trasladarles las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre cómo actuar ante el coronavirus. Por otra parte, los servicios de vigilancia del asentamiento se van a reforzar para evitar actos delictivos aprovechando un descenso de la actividad.

También los sindicatos se adaptan a la nueva situación. UGT, Comisiones Obreras y CIG se reunieron ayer para acordar la suspensión de los procesos de elecciones sindicales mientras dure la emergencia sanitaria. Los procesos electorales que están en marcha quedan suspendidos y no se programarán las citas pendientes.

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