La ciudad queda fuera del plan al carecer todavía de balnearios

photo_camera Patio interior de la antigua cárcel de Ourense, que aspira a convertirse en el gran hotel balneario (M. ANGEL)

Las ayudas para la ocupación de los balnearios ourensanos no tendrá reflejo en la ciudad, por lo menos a nivel de estancias en plazas termales; sencillamente, porque no hay ningún hotel balneario, tras el fallido intento del edificio que pretendía construir la empresa Xardín das Burgas, al lado de las fuentes termales.

El Concello de Ourense nunca ha prescindido de la necesidad de esa instalación, la que convertiría a la ciudad definitivamente en un núcleo termal, pero la crisis económica y la complejidad del desarrollo urbanístico -con un PXOM anulado y una declaración BIC que exigió restrictivas medidas en torno a las fuentes- han frenado la iniciativa. Caldaria, que comenzó a comprar terrenos en el entorno del Campo de Santiago, junto al Miño, mantiene en suspenso la construcción de un hotel balneario, importante también porque allí se concentra la otra modalidad de cultura termal, la de las pozas de agua caliente y los balnearios de estilo japonés.

Mientras, el gobierno local avanza, no sin problemas y obstáculos judiciales, además de lentos trámites burocráticos, en la expropiación de los terrenos que rodean las fuentes de As Burgas, desde el solar de Xardín das Burgas a los Baños de Outeiro y la vieja cárcel, que precisamente albergará, en algún momento, ese gran hotel balneario deseado.

Según el Concello, en este mandato quedará cerrado el trámite expropiatorio; con el nuevo llegará el momento de pensar en la infraestructura, seguramente mediante un concurso de ideas y la convocatoria de una concesión.

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