24- M/ OURENSE

La ciudad de los sueños electorales

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photo_camera Ilustración: Andrea Martín.

La intensidad de la campaña acaba disparando la imaginación de unos políticos que se entregan a los vecinos ourensanos ofreciendo aeropuertos o zoos

Una familia de londinenses aterrizan en la ciudad. En cinco minutos, pillan las maletas y se montan en un tranvía que, tras pasar al lado del flamante estadio del equipo local y un gran parque, les deja en su hotel. ¡Un cinco estrellas en pleno centro! Primer baño en las aguas termales y la duda: ¿zoo, parque de atracciones o paseo en bote de remos por el río? Los viandantes sonríen viendo esa primera discusión tan típica entre los visitantes, a los que les es complicado abarcar tanta oferta turística. Ourense es lo que tiene.

finalmapa_resultEste sería, más o menos, el escenario que tendríamos si las promesas electorales lanzadas en las últimas campañas hubiesen pasado del terreno de las ideas al de una realidad que podría aterrizar perfectamente en el aeropuerto que Veiga Pombo prometió en su día. Pero las aeronaves no llegaron a pisar suelo ourensano para desgracia de un socialista que se estrelló en las urnas en 1995, de las que tampoco saldrían reforzados ni el zoológico de ADEIO ni el parque de atracciones en O Couto del P.I.E.

Esta última infraestructura sería rescatada del baúl de las ideas rumbosas cuatro años más tarde por el PSdeG, y ya en la actualidad por DO, que plantea un parque acuático termal en Outariz al que podríamos llegar en un bucólico paseo en barca si el Miño fuese navegable, tal y como dice CxG.

Porque las promesas son ajenas a las siglas. Es una cuestión de carácter. Estás en un mitin con tus jefes. Te vienes arriba, y se te vuelve a escapar una promesa. A veces será mala y a veces buena, pero todas acabarán guardando polvo a causa de, escojan, la falta de medios o la torpeza en la gestión.

Porque sí, a todos les pasa. Da igual que lleves en la solapa el pin del PP y quieras montar un teleférico a Montealegre o un campo de fútbol en O Cumial que permita convertir el espacio de O Couto en una gran plaza pública. Tampoco importa que seas del BNG y defiendas, una y otra vez, las bondades del parque de Mariñamansa, sin olvidarse del tranvía-metro ligero; una propuesta que los nacionalistas lanzan ahora, cuatro años más tarde que los socialistas, partido por el que el paso del tiempo no borra de su programa el ya famoso hotel en As Burgas.

Mientras tanto, Ourense sigue ahí. Sin piscinas municipales para todos (un clásico) ni la ORA desterrada (otro). Pasando los días, las votaciones y las campañas. ¿Pabellones en cada barrio de la ciudad? No os preocupéis, para el 2019 estarán terminados. Prometido.

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