La ciudad de Ourense, única de Galicia con más viviendas vacías que hace una década

photo_camera La ciudad de Ourense sigue lastrada por la falta de mantenimiento en su zona antigua
La situación es especialmente crítica en el Casco Vello, donde los vecinos atestiguan problemas de higiene y ruidos

El mercado de la vivienda en la provincia pasa por un momento determinante, en el que los expertos apuntan a un enfriamiento en el ritmo de ventas provocado por el alza de los tipos de interés y el consecuente encarecimiento de las hipotecas. Además, el sector en Ourense debe lidiar con una gran rémora, como es el estado de los inmuebles y su alta proporción de viviendas deshabitadas. Mientras el rural sigue perdiendo población, esta se concentra en torno a los principales núcleos urbanos, con la capital provincial como máximo exponente. Sin embargo, encontrar un hogar en la ciudad tampoco es fácil, y es que las malas condiciones de las construcciones hacen que la oferta tienda a escasear. De hecho, Ourense es la única ciudad gallega en la que aumentaron las viviendas vacías desde 2011, según los datos de la Federación Galega de inmobiliarias (Fegein).

En el año 2011, la ciudad contaba con un total de 14.561 viviendas sin habitar, y, lejos de solucionarse el problema, la situación se agravó hasta alcanzar las 16.552 residencias vacías que Fegein contabiliza para el presente. El resto de urbes gallegas corrieron mejor suerte, y Coruña consiguió reducir las 19.283 moradas sin habitantes que tenía diez años atrás hasta las 15.250 con las que cuenta en la actualidad. Pontevedra pasó de tener 6.886 a 5.105, mientras que Lugo consiguió devolver la actividad a 1.630 viviendas en este lapso, por las 5.402 que recuperó Vigo, las 883 de Ferrol y las 2.494 de Santiago. 

El presidente de Fegein, Benito Iglesias, achaca la situación a la falta de un plan urbanístico actual, con un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que ni está ni se le espera, y que la mayoría de los grupos con presencia en el Concello ourensano descartan por completo para el actual mandato. “Un plan general supone en más de un 50% la viabilidad económica, social y demográfica de una ciudad”, destacó Iglesias, y agregó que “un PXOM no solo se refiere a construir en vertical u horizontal, ni a su edificabilidad. Un PXOM son servicios, infraestructuras, suelo comercial e industrial, ordenación del urbanismo y seguridad jurídica urbanística, crecimiento ordenado y recuperación del patrimonio arquitectónico y por supuesto, creación de actividades económicas y motor de generación de empleo estable y de calidad”.

Para revertir la situación, el responsable de Fegein destaca la necesidad de “aprobar un plan general legítimamente ambicioso, modificado y actualizado acorde a los enormes retos económicos, sociales y demográficos de la ciudad”, con lo que la urbe podría “tener suelo industrial y comercial suficiente, los cuales acompañados de planes de choque económicos pudiesen contribuir a involucionar la actual situación”.

Gran parte de las viviendas vacías se concentran en el Casco Vello, una zona en la que además existen otros problemas de habitabilidad, como son la higiene -muchos vecinos denuncian la excesiva presencia de basura que atrae a ratas- y los ruidos que proceden del ocio nocturno. “La rehabilitación de nuestro casco antiguo urge la elaboración de una nueva cartografía, ya que, sin ella, el desarrollo de un PERI (Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Vello) sería inviable, a lo que hay que sumarle los aún pendientes informes sectoriales”, agregó el experto, quien destaca la falta de seguridad jurídica.

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