Una vez que nos sobreponemos a los excesos de la entrada del año y de los buenos propósitos al comenzar el ejercicio, estrenamos realmente el calendario. Y lo hacemos como acostumbramos, que es con actualizaciones de precios.
Cuanto usted escuche a alguien hablar de actualización, corrección o ajuste de costes o tarifas, échese a temblar porque siempre se utilizan este tipo de eufemismos para no decir que todo sube. Los servicios básicos como los peajes, la luz, la telefonía y otros han estrenado año con el clásico estirón.
Sabrá usted si el sueldo le ha subido en la misma proporción. Es lo de siempre, la carrera del coyote detrás de Correcaminos, nunca le pillaba. Por lo tanto, abandone usted cuanto antes la idea de que se equiparan nóminas y precios y vaya gestionando este 2024 como mejor pueda. Este que arranca será como todos, con sus altibajos y elementos para el recuerdo o el olvido.
Pero, pese a esa cruda realidad, por ilusión y buenos propósitos que no quede: feliz año nuevo a todos.
