La Clave del día, con Antonio Nespereira, trae hoy a análisis los datos sin soluciones para los mayores
Hay más de 10.000 ourensanos mayores de 70 años que viven en absoluta soledad y que, como cuenta hoy La Región, no tienen con quien hablar. Sospechamos que serán muy pocos los que hayan optado por vivir sin compañía como una alternativa vital y serán muchos más los que hayan visto como el silencio les rodea, tanto por la familia como por el espacio que habitan, en la mayoría aldeas en las que queda muy poca gente.
Esta es una situación que requiere algo más que el bofetón estadístico habitual, que se limita a describir una situación pero que no aporta soluciones. Las administraciones, también la sociedad en general, deberíamos prepararnos para una serie de cambios inevitables.
Los cuidados de las personas mayores quedan siempre en manos de terceros, incluyendo residencias y contratación de cuidadores no al alcance de todas las economías.
A medida que vamos cumpliendo años deberíamos pensar en tejer una red de relaciones entre personas en la misma situación para compartir no solo relación de amistad, sino de intereses comunes, sistemas de ayuda y colaboración y defensa de los intereses de un grupo de edad cada vez más numeroso.
Es una idea, solo eso. No sé si una orientación hacia un cambio. Lo que está claro es que contar cada día las personas que no tienen con quien hablar no aporta solución alguna.
