Los servicios ferroviarios viven una primavera impensable hace unos años. Cada vez más trenes y cada vez es más difícil conseguir billetes en la actualidad. Los bonos gratuitos y los desplazamientos entre ciudades, también para estudiantes, provocan que dotaciones como las de los Avant vayan hasta los topes y conseguir un billete es tarea ardua, que debe empezar semanas antes incluso.
Este problema se mantendrá mientras no entren en circulación más trenes, sobre todo los famosos Talgo Avril que siguen con su peculiar calendario de retraso en las entregas. El AVE está siendo un éxito a juzgar por la cantidad de desplazamientos que se contabilizan a diario y la gran cantidad de gente que se ve todos los días en la estación.
Suele quedar en el ambiente, como casi siempre, esa rara sensación de que quizá Ourense aún no se dé cuenta del potencial que suponen esos desplazamientos y que ahora llegan a la ciudad.
Y, para variar, la ciudad recibe a sus visitantes con lo que tiene: algunas cosas para enseñar, otras para avergonzarse por la incapacidad de tener la capital de la provincia en perfecto estado de revista. ¿Una pena? No, una realidad.
