La Diputación de Ourense anunció una iniciativa para promocionar el termalismo a través de 500 plazas a tan solo cinco euros. Durante los fines de semana de este mes los que lo deseen pueden acceder a las piscinas de los balnearios al precio antes indicado.
Se trata, según los promotores de esta idea, de dar a conocer entre los ourensanos este tipo de instalaciones y los servicios que prestan. Nada que objetar. Al contrario, todas las acciones que tiendan a divulgar las capacidades del recurso están muy bien.
Sin embargo, se daba por hecho que los ourensanos ya conocían los recursos termales porque otra cosa no habrá, pero propaganda sobre Ourense termal, seguro que sí. Otra cosa es la realidad, que parece otra.
La cuestión del termalismo ourensano ya no es que la Diputación subvencione unas entradas para bañarse en una piscina, que está bien, insistimos. Lo mollar es que la provincia debería aspirar a algo más. Si es que hay empresas interesadas en la cuestión, el recurso está ordenado y el negocio se ve por algún lado. Mientras, nos podemos dar un chapuzón entonces.
