Los propios órganos judiciales reconocen que en el caso de Ourense están por resolver casi 17.000 casos, lo que supone un incremento del 22% en relación al año anterior. La situación es fácil de calificar: mala.
Mientras alguien está esperando a que se restituyan sus derechos a través de una decisión judicial, la situación se agrava sin remedio. Ya saben lo que dice el aserto: si la justicia es lenta no es justicia.
A la hora de analizar las razones que llevan a tantos retrasos, está claro que siempre influyen la falta de medios, las huelgas profesionales y otras justificaciones que dan los profesionales del sector, tanto abogados como jueces y fiscales.
Sin embargo, sigue llamando la atención las diferentes velocidades a las que van algunos casos y eso también merece una explicación. Mientras tanto, leemos hoy en La Región una frase definitoria de la situación por parte Leonardo Álvarez, juez decano de Ourense: “La Justicia no está en su mejor momento”. Pues si lo dice él, que está dentro del sistema, ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria?