Dos claves a seguir: los indecisos y los emergentes

Todos los partidos descartan la convocatoria de una tercera ronda electoral; una situación que obligaría a renovar radicalmente las caras y estrategias de los principales partidos

La abstención podría resolver el enigma del 26-J: si los indecisos acuden a votar en masa como en las pasadas elecciones, los beneficiados serían los partidos emergentes, Ciudadanos y Unidos Podemos. Si la abstención crece, algo que previenen los sociólogos ante la segunda convocatoria electoral en menos de un año, el sueño de Rivera e Iglesias de romper el bipartidismo volverá al cajón del olvido, y recogerían los frutos los grandes partidos PP y PSOE. Eso explica las constantes llamadas al “voto útil” de Rajoy y Sánchez, que confían en la desmovilización para regresar al combate a dos, de tiempos no tan remotos. El histórico debate entre los cuatro candidatos que pudo verse el lunes en televisión quedaría así como un paréntesis dentro de una larga tendencia. 

Ninguno de los partidos está en condiciones de alcanzar la mayoría absoluta, ni siquiera con el apoyo de sus aliados naturales, lo que hará resurgir las voces que desde el PP y el PSOE piden un gobierno de concentración para desbloquear la situación. Por el contrario, si Ciudadanos y Podemos logran arañar nuevos escaños, el ganador quedará a expensas de que se de luz verde a un gobierno en minoría con apoyos puntuales. Mientras, todos los partidos descartan la convocatoria de una tercera ronda electoral; una situación que obligaría a renovar radicalmente las caras y estrategias de los principales partidos, y que desgastaría aún más a los votantes, inclinados ya a una cierta desafección, a la luz de los sondeos, ante estas segundas elecciones generales del curso político.

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