Los jabalíes continúan siendo la pesadilla de los vecinos del barrio de Covadonga, que todavía están a la espera de que instalen las jaulas trampa que llevan pidiendo desde verano.
Pese a que la Xunta ya tiene todo preparado, el Concello todavía no envió la documentación necesaria para que se puedan colocar. Por tanto, esta primera medida para controlar la población de estos mamíferos todavía no se pudo aplicar. Aun sin saber si las jaulas trampa funcionarían, los vecinos requieren algún tipo de atención a la sobrepoblación que ocupa las calles de Covadonga.
A finales de 2021, en Ferrol tuvieron el mismo problema. El barrio de Canido comenzó a constatar la aparición, en manadas, de estos animales. Los daños que producían en las zonas verdes eran evidentes y la seguridad de las personas estaba en duda. El Concello se puso en contacto con la Xunta pero, ante la falta de respuestas, contrató a una empresa privada para que realizase la instalación.
Con todo, el problema supera las capacidades de estas trampas. Los animales terminaron acostumbrándose a los cebos y dejaron de picar, perdiendo su efectividad.
El procedimiento
Las jaulas trampa tienen la capacidad de capturar jabalíes de forma selectiva -evitando que piquen otros animales silvestres- y sin hacerles sufrir. Tras una primera instalación, se debe realizar un cebado con maíz y fruta en el interior y el exterior de unas jaulas que deben de permanecer desactivadas. Una vez en funcionamiento, se podrán utilizar garantizando que será un veterinario el que los eutanasie.
