La ordenación urbanística provisional prosperó sin respaldo del PP, que se abstuvo y reclamó consenso previo

El Concello suspende la tramitación de licencias en 70 zonas de la ciudad

Vista de la Corporación municipal, durante el pleno extraordinario que abordó la nulidad del Plan Xeral. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La anómala situación del urbanismo tras la anulación definitiva del Plan Xeral de la ciudad no logró el consenso político en el pleno extraordinario que tuvo lugar ayer para aprobar, entre otras cosas, la propuesta de ordenación provisional que, ya por la tarde, se le iba a trasladar a la Xunta.
PSOE y BNG se quedaron solos ante la abstención de los 12 ediles del PP (se ausentó Carlos Campos), que incluso pudieron ser votos en contra tras la tensión provocada por el discurso de la nacionalista Isabel Pérez. La mediación final del alcalde, Francisco Rodríguez, hizo que los populares replanteasen su postura, 'pensando na cidade', dijo el portavoz, Enrique Nóvoa y finalmente se abstuvieran, como pretendían en un principio.

El gobierno local acordó proponer al conselleiro de Medio Ambiente la suspensión en parte del Plan Xeral de 1986 y la aprobación de la ordenación provisional para los ámbitos suspendidos. Para ello, se basa en un informe técnico que sostiene que el planeamiento de 1986 es inadecuado dado que, por un lado, no está adaptado a la normativa vigente y, por el otro, por la situación de inseguridad jurídica que plantea. Además, el Concello aprobó la suspensión del procedimiento de otorgamiento de licencias de parcelación, demolición y edificación en 70 zonas del municipio (en 27 sectores urbanos), bien por una clasificación de suelo diferente entre los dos planes, con la afectación de dotaciones públicas o bien por una posible ordenación incompatible. En este sentido, se incluyen puntos de Vistahermosa, O Couto (entre ellos, el entorno del campo de fútbol), A Carballeira, los alrededores de As Burgas y de La Molinera, A Farixa, Serra Martiñá, A Chavasqueira -se suspende el procedimiento de licencia en el tanatorio- y el entorno termal, varios puntos en A Ponte, en Eiroás, el polígono de As Coiñás, la intersección de la calle Reza y Doctor Fleming, una zona de Mariñamansa, en la que el plan vigente de 1986 contempla dos bloques en medio de una calle, entre otros.

Asimismo, se incluyeron propuestas para la iniciación de trámites para ejecutar la construcción del edificio judicial, el centro de salud de O Couto y la sede de la Confederación Hidrográfica. En este sentido, la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, explicó en el pleno que 'os edificios con licencia están salvados pero se se muda o proxecto, é preciso que estean incluidos na ordenación provisional para ter todas as garantías'.


COMPROMISO

Ninguna de estas decisiones recibió el voto favorable de la oposición porque, según Enrique Nóvoa, 'este tema é moi importante e tiña que estar consensuado coa oposición' y acusó al gobierno de 'chulería'. Además, los populares consideran que en la propuesta municipal 'faltan cousas importantes' y se refirió en concreto al camping de Untes -aunque Áurea Soto explicó que no se incluía porque la clasificación de suelo en el Plan de 1986 es igual que en 2003-.

Entonces, el alcalde, Francisco Rodríguez, hizo un llamamiento al acuerdo porque 'precisamos un consenso para sacar a Ourense desta situación', instando a la oposición a respaldar sus propuestas porque 'o compromiso coa cidade ten que estar por riba de que nos guste ou non a intervención dun grupo político'.

Por su parte, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, afirmó por la tarde en la ciudad que le gustaría 'que as propostas que poida facer o Concello tiveran acadado o máximo consenso nesta cidade, para que a Xunta puidera actuar con toda a tranquilidade que da saber que toda a cidade está detrás desa proposta'. Hernández volvió a defender una vez más el modelo de ciudad del planeamiento anulado por la Justicia y reiteró que 'non estaríamos nesta situación se o Concello tivera feito os seus deberes', asegurando que 'hai tres anos que sabíamos o que podía pasar e en tres anos é posible redactar un Plan Xeral. O concello de Ourense non foi quen de facelo e por iso temos agora este problema', aunque la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, sostiene que 'non hai ningún Plan que se aprobara antes de cinco anos'.

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