Los concellos de Ourense urgen activar edificios públicos que llevan años en desuso

Concellos como A Gudiña, O Barco de Valdeorras, Vilamartín, Gomesende, Verín o Melón tienen en su término municipal algunas edificaciones públicas que actualmente se encuentran en desuso. Son fruto de la construcción en su día para emplearlos como escuelas, viviendas o almacenes, que con el paso de los años acabaron cerrando. Ya sean propiedad de la Xunta de Galicia, del Estado, así como de la Diputación de Ourense o actualmente pasaran a formar parte de las propiedades municipales, los gobiernos locales buscan darles una segunda vida a estas infraestructuras. “A veces é moi difícil lograr algo cando che poñen trabas”, comenta José María Lago, alcalde de A Gudiña. Y aunque algunos municipios ourensanos trabajan para ampliar sus servicios y dar uso a estas edificaciones públicas, hay otros lugares que lamentan tener pocas propiedades. Es el caso de Ribadavia, donde “o pouco que temos usámolo de mil maneiras”. Allí cuentan con un local sociocomunitario que podría tener “maior uso, de feito témolo solicitado para centro de día, pero sen chegar a nada”, anotan desde el Concello de Ribadavia. Allariz también es otra de las villas que tiene todo en uso: “Aproveitamos todo”, aseguran desde el Consistorio. Eso sí, hay unas casas rehabilitadas en la zona del Monte do Castelo -propiedad del ente local- que actualmente se encuentran sin utilidad: “A nosa idea é tratar de obter financiamento, sen obter ningún tipo de resposta, para facer o que sería o centro de interpretación da Idade Media”, explica la alcaldesa Cristina Cid. A Gudiña El Concello prevé un centro de salud y viviendas en las propiedades del Estado El Concello de A Gudiña lleva tiempo reclamando la adquisición de dos infraestructuras públicas, concretamente del Estado, en desuso. Son la antigua estación de tren y la vieja casa de conservación de carreteras. “Tratamos de llegar a acuerdos con el Estado para poder municipalizar dichos inmuebles y devolverles el uso, ya que a nosotros nos harían falta”, explica José María Lago, alcalde de A Gudiña. En la estación de tren, el equipo de gobierno instalaría un centro multiusos con su auditorio, dos viviendas sociales y un vivero de empresas centrado en temas tecnológicos. En lo que respecta al centro de conservación, se prevé mover el centro de salud a ese inmueble, dadas sus características, “mejores que las del actual centro, que se nos hace pequeño”, añade. Además de estas dos edificaciones, Lago también recuerda que hay varias antiguas casas de Renfe que están en núcleos rurales sin uso, a las que A Gudiña también les daría una nueva vida. “Todo queda en nada y es una pena porque estas infraestructuras están en desuso, con una simple cesión de los edificios ya podríamos darle una utilidad”, remarca el regidor municipal. O Barco de Valdeorras Las viejas oficinas de la estación de autobuses se encuentran en declive El edificio de la estación de autobuses lleva años en declive: más de siete. Y es que con el paso del tiempo fueron cerrando las oficinas, negocios y despachos que se ubicaban en el interior de este edificio. De propiedad autonómica, el Concello no se plantea ningún plan para este espacio, que aún conserva una cafetería. “Leva tempo sen grandes usos, pero é da Xunta e nós non temos moito que facer”, explican desde el Concello de O Barco, Así, por el momento, las dependencias de la estación de autobuses de O Barco continuarán sin uso hasta que la Xunta decida implantar algo en ellas o el Concello precise el espacio para ampliar sus servicios. Eso sí, el Consistorio sí que trabaja en la ampliación de otro edificio: el de los antiguos juzgados, que quedó vacío hace casi 10 años cuando se construyeron los nuevos juzgados de O Barco. “Logramos que nolo cederan para que sexa propiedade municipal e agora imos instalar alí á policía local e algunhas cousiñas de turismo e algo máis…”, señala Aurentino Alonso, teniente alcalde de la localidad. Vilamartín La Cruz Roja será la nueva sede de la Fundación Florencio Delgado Gurriarán La antigua sede de Cruz Roja en Vilamartín de Valdeorras lleva unos 20 años sin funcionar. El Concello, con esta edificación en su propiedad actualmente, lo rehabilitó y preparó antes de la pandemia para instalar en su interior un espacio para poner en valor productos típicos de la zona. “Antes da pandemia xa tiñamos varias ofertas e posibilidades, pero coa pandemia deixouse ir e non houbo máis interese por parte da xente”, explica Enrique Álvarez, el alcalde de Vilamartín. Eso sí, desde el Concello tienen claro que deben darle un uso a este edificio que en su día empleó Cruz Roja. Por ello, ahora se plantean instalar en sus dependencias la sede de la Fundación de Florencio Delgado Gurriarán. Más allá de esta infraestructura, desde el Concello aseguran que los restantes edificios públicos -sean de la propiedad que sean- están en uso. “Temos todo en funcionamento, é necesario”, concluye Álvarez. Gomesende De escuela unitaria a acondicionar este edificio para el cuidado de los mayores El edificio que se convirtió en la escuela unitaria de Gomesende lleva cerrado unos 14 años. Levantado por la Xunta de Galicia gracias a la cesión del terreno, que era propiedad del comunal de Moreiras, estuvo en uso desde los años 80 hasta la década pasada. “Agora ese terreo entendo que volve ser propiedade do comunal, pois cedéronlle á Xunta o espazo mentres estivo en uso, no momento que a escola pechou a Xunta perdeu a propiedade do lugar”, explica Pura Rodríguez, alcaldesa de Gomesende. Ahora, el Concello trabaja para volver a darle uso a este recinto: “Queremos construír alí unha residencia ou centro de día, ofrecer algún novo servizo relacionado co coidado dos nosos maiores”, señala la regidora, quien deberá aprobar definitivamente el Plan Especial para poder trabajar en el lugar e iniciar allí un nuevo proyecto. Verín Las antiguas casas de obras públicas: unas abandonadas y otras con un uso En Verín los únicos edificios que quedan sin uso son el conjunto de las antiguas casas de los trabajadores de obras públicas. En su día estuvieron todas habitadas por aquellos trabajadores de la Xunta de Galicia y del Estado que trabajaron en las vías de comunicación de la comarca. Actualmente, un conjunto de estas casas son propiedad de la Xunta y otras del Estado. Las casas de la Xunta están con uso dos de ellas en las que se dispuso la Fundación de Discapacitados Psíquicos de la comarca de Verín y en otra la Administración autonómica prevé abrir un punto de encuentro familiar. Las viviendas que son del Estado están abandonadas y desde el Concello anotan que “é unha pena”. Tanto entidades como particulares consideran que a esas infraestructuras se les debería dar una segunda vida para su aprovechamiento y para la mejora de los servicios de la villa. Melón Melón tiene proyectado construir en el Monasterio de Santa María un albergue En el Concello de Melón, donde tienen la práctica totalidad de sus edificios públicos en uso excepto el edificio ilegal del multiusos que deberán derribar, trabajan para dar utilidad a todas las infraestructuras que están disponibles y así ampliar servicios. Es el caso del Monasterio de Santa María de Melón, en el que quieren construir un albergue y rehabilitar una zona para emplear como auditorio y sala de reuniones. Propiedad de la Diputación provincial de Ourense, aunque cedido por unos años al Gobierno local, el Concello de Melón ya tiene preparado un proyecto que se eleva a 2,5 millones de euros. “Queremos presentalo para unha subvención que hai do Ministerio de Vivienda que abrirá en breve, é un proxecto importante e gustaríanos executalo para darlle vida ao lugar”, explica Emilio Díaz, alcalde de Melón.