Numerosos feligreses y cargos políticos del Partido Popular arroparon al monseñor antes de su traslado a Tui-Vigo

Una concurrida Eucaristía despide al obispo de los últimos siete años

El obispo saluda a una niña tras la entrega de la imagen de Santa Mariña. (Foto: JOSÉ PAZ)
La Catedral de San Martiño acogió ayer la celebración eucarística de despedida al que fue obispo de la Diócesis de Ourense durante estos últimos siete años. En el acto religioso,se encontraban presentes, además de numerosos feligreses, varios cargos políticos del Partido Popular, como el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, el delegado territorial Rogelio Martínez y varios concejales de la corporación, además de autoridades policiales y judiciales. Sin embargo al acto no acudieron representantes del PSOE ni del BNG.
La misa comenzó con una introducción del vicario general, José Estévez, quien destacó que 'el de hoy no debe ser un día de desilusión para Ourense', recordando que los fieles viven su tercera despedida de un obispo en los últimos 15 años.

Por su parte, monseñor, quien pasará a desempeñar sus funciones en la Diócesis de Vigo-Tui el próximo fin de semana, quiso agradecer en su homilía el camino recorrido como obispo, agradeciendo el apoyo de 'todas las personas que me habéis abierto vuestras casas y vuestros corazones'. Además, agradeció su testimonio 'a tantas personas enfermas y necesitadas, y a quienes están a su lado, entregando lo mejor de sí mismos, porque aquí, como en todos los lugares, hay mucha gente que sufren y su testimonio, en esos momentos difíciles, es el testimonio de la vida, pues eso lo he visto aquí, y no lo podré olvidar'.

Recibió como obsequio de despedida una imagen de Santa María Madre, y legó a la Catedral el pectoral que le regaló en su día el cabildo de la Catedral de Santiago.

Finalmente, la admonición de despedida vino de mano del seglar José Manuel Domínguez Prieto, quien destacó el cariño y el amor a la Eucaristía y a la palabra de Dios de monseñor.

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