La policía acudió al domicilio de la mujer el 28 de octubre de 2017 alertados por los vecinos, quienes la escucharon gritar y discutir con su pareja. No obstante, la víctima no quiso explicar lo ocurrido
El Juzgado de lo Penal 1 condenó a Rubén L.G. a seis meses de prisión, con el atenuante de drogadicción, por un delito de quebrantamiento de medida cautelar pese a los intentos de la víctima de dejar sin efecto la orden de alejamiento que pesa sobre el acusado. De hecho, las fuerzas de seguridad temen por la vida de la víctima, valorando el caso como "riesgo extremo".
El inculpado, en virtud de un auto de 20 de octubre de 2016 del Juzgado de Instrucción 3 de Ourense, no podía acercarse a su expareja a menos de 300 metros a raíz de un proceso seguido por un delito de amenazas con instrumento peligroso y malos tratos.
La policía acudió al domicilio de la mujer el 28 de octubre de 2017 alertados por los vecinos, quienes la escucharon gritar y discutir con su pareja. No obstante, la víctima no quiso explicar lo ocurrido.
Los agentes regresan a ese domicilio ese mismo día, alertado porque había sido lesionada. No obstante, ella no sólo negó la agresión sino que profirió insultos contra la autoridad judicial por no retirarle el alejamiento. Los propios policías identificaron a Rubén L.G. en la acera de enfrente, quien ingresó en prisión por estos hechos cuando pasó a disposición judicial. Según recuerda la jueza en su sentencia, estaba a diez metros de su expareja. "En la acera de enfrente, parado, actitud que en ningún caso indicaba que fuera un encuentro casual, que él pasara por el lugar desconociendo que allí estaba P.M.O., sino que todo indica que fue un encuentro buscado de propósito, que se vio frustrado con la llegada de lo agentes", dice la juzgadora.
