Muchos diputados en el Conbreso no habían oído hablar nunca de 'la maldición de San Pedro', pero la parlamentaria ourensana Ana Belén Vázquez se lo explicó ayer con todo lujo de detalles, al tiempo que les arrancó su voto para reclamar al Gobierno la creación de un registro informático nacional sobre el patrimonio artístico.
La diputada 'popular' presentaba ayer en la Comisión de Interior una propuesta para inventariar ese rico patrimonio, sobre todo en manos de la Iglesia, y que en los últimos años estaba siendo diezmado por los constantes episodios de robos en iglesias y capillas rurales, que no tienen medios ni condiciones de seguridad adecuadas para la conservación de esos objetos de valor.
Vázquez recordó los últimos episodios en Ourense, una de las provincias más afectadas por este tipo de expolios de arte religioso, junto con Lugo. Explicó que en los últimos seis meses la provincia había asistido impotente al expolio de las iglesias de Vilardevós, Bande, Albarellos, Quintela de Leirado, así como al de una pequeña capilla en el Xurés.
También recordó que en uno de los casos, Vilardevós, el ladrón decidió devolver una talla de San Pedro que había sustraído al acumularse en unos días todo tipo de desgracias: perdió el trabajo, tuvo un accidente de tráfico, le dejó su novia y se cortó dos tendones. Así, decidió confesar el robo a la Guardia Civil. Un acto que Ana Belén Vázquez calificó como la 'maldición de San Pedro', pero que no es frecuente, por lo que reclamó al Gobierno más apoyo para la Brigada de Patrimonio Artístico de la Policía y del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.
La proposición no de ley insta al Gobierno a proteger el patrimonio artístico promoviendo instrumentos y herramientas informáticas para las Fuerzas de Seguridad y creando una base de datos de consulta internacional para facilitar la recuperación en caso de robo.
Vázquez recordó los últimos episodios en Ourense, una de las provincias más afectadas por este tipo de expolios de arte religioso, junto con Lugo. Explicó que en los últimos seis meses la provincia había asistido impotente al expolio de las iglesias de Vilardevós, Bande, Albarellos, Quintela de Leirado, así como al de una pequeña capilla en el Xurés.
También recordó que en uno de los casos, Vilardevós, el ladrón decidió devolver una talla de San Pedro que había sustraído al acumularse en unos días todo tipo de desgracias: perdió el trabajo, tuvo un accidente de tráfico, le dejó su novia y se cortó dos tendones. Así, decidió confesar el robo a la Guardia Civil. Un acto que Ana Belén Vázquez calificó como la 'maldición de San Pedro', pero que no es frecuente, por lo que reclamó al Gobierno más apoyo para la Brigada de Patrimonio Artístico de la Policía y del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.
La proposición no de ley insta al Gobierno a proteger el patrimonio artístico promoviendo instrumentos y herramientas informáticas para las Fuerzas de Seguridad y creando una base de datos de consulta internacional para facilitar la recuperación en caso de robo.
