Iberdrola, que justifica la obra, dice que con la nueva central contrarresta la competencia eólica

La construcción de un canal de desagüe fue la causa del descenso en el caudal del Sil

Imagen que presentaba el río en la tarde del jueves, con el caudal ya recuperado. (Foto: Martiño Pinal)
Iberdrola bajó el nivel del cauce del río Sil para instalar un canal de desagüe entre la actual central San Estevo y la que está en fase de construcción. Así lo asegura la hidroeléctrica en un escrito, en el que recalca que se mantuvo el caudal ecológico.
Los trabajos que llevó a cabo en los últimos días la empresa Iberdrola en el cauce del río Sil, a su paso por Nogueira de Ramuín, consistieron en la instalación de un canal de desagüe entre la actual central hidroeléctrica del embalse de San Estevo y la que está en fase de construcción. Así lo asegura la compañía en un comunicado, en el que recuerda que la obra requería un dragado del río, en la zona, para lo que era necesario una bajada del nivel del agua, actuación, asegura la empresa, que está recogida en la declaración de impacto ambiental.

Iberdrola recalca que el proyecto denominado San Estevo II cuenta con los informes favorables de la Xunta de Galicia, en los que se asegura que en la zona ‘no existe ningún hábitat catalogado, ni ninguna especie prioritaria y que no supone menoscabo para los valores naturales del entorno’.

La segunda central de San Estevo supondrá una ampliación de 176 megavatios son las instalaciones actuales, de casi 300 megavatios sobre la potencia instalada. A entender de la compañía hidroeléctrica la ampliación ‘es necesaria para compensar el fuerte desarrollo eólico que se está dando en la actualidad en Galicia’, aseguran, recordando que el proyecto de la central comenzó a ser tramitado en el mes de marzo del 2006 y sólo la Sociedad Galega de Historia Natural presentó alegaciónes.

Trece metros cúbicos por segundo

La bajada del caudal del río Sil, según Iberdrola, estuvo continuamente vigilada por una empresa, que analizaba la calidad del agua, oxigenación y contaminación. La compañía alega que siempre se mantuvo el caudal ecológico, ‘porque es compatible con las obras’. Además, asegura que debe tenerse en cuenta que el caudal natural del río Sil a día de hoy, sin el efecto regulador de las presas, es de tan sólo 13 metros cúbicos por segundo, ‘muy bajo al estar en época de estiaje’. Los trabajos se están ejecutando entre los embalses de San Estevo y el de San Pedro. Este último, asegura Iberdrola, tras bajar el cauce, se quedó con un nivel de llenado del 30% de su capacidad, ‘situación que es habitual en épocas de estiaje. Además, hay que destacar que el embalse de San Pedro se vacía cada dos o tres años para labores de mantenimiento, por lo que la situación actual no es distinta a otras que se tienen dado’.


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