El consumo de cigarros crece tras una década de descenso

Un ourensano enciende un cigarro. XESÚS FARIÑAS
photo_camera Un ourensano enciende un cigarro. XESÚS FARIÑAS
En la primera mitad de año se vendieron en Ourense 6,8 millones de cajetillas, un 3% más que en 2021

Encender un cigarro es una práctica que fue perdiendo popularidad en la provincia, y en general en el resto del país, a lo largo de la última década, a medida que crecía la información y las campañas de concienciación sobre los efectos nocivos que el tabaco tiene sobre la salud de los consumidores. Desde 2011, los fumadores ourensanos redujeron en una cuarta parte la cantidad de cajetillas que compran, lo que supone que los estancos provinciales dejaron de vender, de media, cinco millones de paquetes por año. 

El coronavirus aceleró este proceso, y trajo un descenso pronunciado en la cantidad de cigarros que cada ourensano fuma, y es que el pasado 2020 concluyó con 600.000 cajetillas menos que el curso anterior. Sin embargo, tras la salida de la pandemia y de sus restricciones, los habitantes de la provincia retomaron viejos hábitos, y tras un 2021 que dejó un pequeño descenso, volvieron a incrementar su consumo de tabaco. En la primera mitad de 2022, se vendieron en la provincia un total de 6,8 millones de paquetes, casi 200.000 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 3%. En términos monetarios, el aumento es todavía mayor, debido al efecto de la inflación. Los estancos ourensanos recaudaron, solo con las cajetillas de cigarros, 31,5 millones de euros, casi 1,5 millones por encima de los 30,1 millones que facturaron en el primer semestre del año pasado. El ascenso es del 5%. El actual precio medio es de 4,6 euros por paquete, frente a los 4,5 euros que costaba hace un año, lo que arroja un encarecimiento de 10 céntimos en el último año.

136 millones de cigarros

Teniendo en cuenta que cada cajetilla contiene 20 unidades, entre enero y junio se consumieron en Ourense más de 136 millones de cigarros, lo que da una media de 447 para cada habitante de la provincia en estos seis meses. Los cigarrillos son, de largo, el producto tabacalero más consumido por los fumadores, ya que concentran el 87% de la recaudación de los estancos de la provincia.

El segundo producto más consumido es el tabaco para liar, cuyas ventas presentaron un comportamiento ambivalente este año, ya que se produjo un ligero descenso en la cantidad comercializada, pero se incrementó la facturación. En la primera mitad del año, los fumadores compraron 14.738 kilos de este material, frente a los 14.778 del primer semestre del año pasado. En euros, las ventas alcanzaron este curso los 2,6 millones, mientras que el pasado fueron de 2,5 millones. De media, cada kilogramo cuesta ahora 177,5 euros, si bien se suele vender en paquetes de 30 o 50 gramos para evitar que se seque en exceso. A pesar de su popularidad y de su menor coste, los ourensanos son de los que menos consumen este tipo de tabaco. De media, cada habitante de la ciudad compró 48 gramos de este material en la primera mitad del año, una cifra notablemente inferior al consumo medio del país, que para este periodo se ubicó en los 66 gramos per cápita.

En lo que respecta a los cigarros tipo faria o puro, su consumo se redujo en la primera mitad del año en 200.000 unidades, hasta los 8 millones. En términos recaudatorios, su peso es menor al resto, ya que sus ventas supusieron para los estancos unos ingresos de 1,6 millones, por lo que cada uno tiene un coste medio de 20 céntimos. Aquí también se nota la inflación, puesto que la recaudación aumentó pese al descenso de unidades. 

Los gallegos son los segundos que menos fuman de todo el país

Los ciudadanos gallegos son famosos, en parte, por su longevidad, algo que puede estar asociado a unos hábitos de vida más saludables, como un menor consumo de tabaco. De hecho, los habitantes de la comunidad autónoma son los segundos que menos cigarrillos consumieron en el primer semestre del año, con una media de 21 cajetillas per cápita. Solo en Murcia este consumo fue menor, con 20 paquetes por cada persona. Esta clasificación la lideran los navarros, con 35 cajetillas compradas por ciudadano entre enero y junio.

En lo que respecta al tabaco de liar, el segundo producto tabacalero más vendido, los fumadores gallegos tampoco destacan por su consumo, que sigue por debajo de la media nacional. Cada gallego compró, en términos medio, 54 gramos de este producto en seis meses, superando los registros de La Rioja (45 gramos per cápita), Murcia (51) y Castilla y León (52). 

Con todo, los gallegos compraron en el primer semestre de este año un millón más de cajetillas en relación al mismo periodo del año pasado. En total se vendieron 56,8 millones, que dejaron en las arcas de los estancos de la comunidad autónoma un total 262,6 millones de euros. Entre el mayor volumen de ventas y el aumento de precios, los comercializadores se embolsaron entre enero y junio 10 millones de euros más que en el inicio de 2021. 

El consumo de tabaco de liar cayó ligeramente, pasando de los 148,590 kilos vendidos entre enero y marzo del año pasado a los 147.864 del presente ejercicio. Los ingresos se mantuvieron constantes pese al descenso de las ventas, en los 12,3 millones de euros. 

Los cigarros de mayor tamaño, como los puros, también tuvieron un menor consumo, con unas ventas que se redujeron en 2 millones de euros.

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