Con las relaciones tensionadas entre gobierno local y los sindicatos con representación en el Concello de Ourense, ambas partes se vieron ayer las caras para tratar de negociar diferentes asuntos relacionados con la gestión de los recursos humanos, aunque por el momento no parece sencillo que haya puntos de encuentro.
Una de las medidas más polémicas que el gobierno busca establecer es un nuevo horario para el funcionariado, además de un control telemático para el que todavía no hay nada firme, según comentan líderes sindicales presentes en la reunión.
“Hubo pocos avances”, confirma José Manuel Fernández (CSIF), en la línea de lo que dice Manuel Pérez (CC OO), que resalta las “discrepancias” existentes entre las partes.
Mientras, por parte del gobierno local, el edil de Recursos Humanos, Armando Ojea, trasladó una visión algo más positiva. “Seguimos negociando cos sindicatos, tratando de mellorar non só as condicións dos traballadores, senón logrando que redunde na calidade do servizo ós cidadáns, que en última instancia é a razón de ser da institución”, comentó.
La reunión se producía en la víspera de una nueva jornada de protesta convocado por los sindicatos en la Praza Maior, con la que quieren exigir “respeto” al alcalde ourensano, Gonzalo Pérez Jácome.
Bomberos
Por otro lado, la CIG destacó que el Tribunal Supremo ha ratificado el derecho de los bomberos del Concello a percibir durante las vacaciones los pluses de festividad y nocturnidad. El sindicato critica que el gobierno local no haya tomado medidas para adaptarse a esta situación.
