La convivencia con el lobo se ve lastrada por la falta de gestión

Vaca del ganadero Miguel Gómez, tras el ataque de un lobo en septiembre.
photo_camera Vaca del ganadero Miguel Gómez, tras el ataque de un lobo en septiembre.
Los ecologistas, que sostienen la importancia del cánido para la biodiversidad, reconocen la insuficiencia y lentitud de las compensaciones a los ganaderos afectados por sus ataques. 

La falta de gestión por parte de las instituciones trae de nuevo a la actualidad los conflictos con el lobo, catalogado en 2021 como especie merecedora de protección especial. Los ecologistas valoran su importancia para la biodiversidad y alertan de un retroceso de su población, mientras que los ganaderos se sienten “estafados” ante la lentitud y escasa entidad de las compensaciones económicas en caso de que un ejemplar ataque su explotación. 

Ecoloxistas en Acción acusa a un pequeño grupo de comunidades autónomas, entre las que incluye a Galicia, de incumplir la orden para la protección del cánido. De hecho, las acusan de negarse a tramitar indemnizaciones a los ganaderos tras los ataques de lobos. 

El ourensano Anxo Dorrío, representante de Amigos da Terra, considera que la introducción del cánido dentro de la lista de especies protegidas fue “un gran avance”, pero le preocupa la falta de censos oficiales de su población, carencia que se repite para buena parte de las especies que componen la fauna de la provincia. Además, Dorrío recuerda que “los ganaderos reclaman ayudas mayores, cuando además tardan en cobrarlas y su cuantía no les compensa los daños. Se deben agilizar los trámites”. 

Desde la Asociación Gallega de la Carne (Asogacarne), muestran su “apoyo incondicional a los ganaderos”. Su presidente, Emilio González, explica que “no acabo de entender la defensa del lobo, salvar a unos para acuchillar a otros. Hoy, el ganadero lleva un enorme trabajo a sus espaldas, en condiciones lamentables, para que luego el lobo se coma sus reses, y luego las compensaciones económicas llegan tarde y mal sin tener en cuenta la rabia e impotencia que sienten cuando ven morir a su ternero y se les va el pan de sus hijos”, reflexiona González.

Miguel Gómez, ganadero de Maceda, es uno de esos productores que están hartos de los ataques del lobo. El último, lo sufrió hace dos semanas. Y no salen las cuentas: “Pagan só 350 euros por unha becerra asasinada polo lobo; cando, se a vaca crecera, tería 10 crías que vendes por 300 euros cada unha. Ademais, moitas veces poñen escusas para non pagar aos gandeiros, e din que foi un can o responsable”, lamenta. Los depredadores le obligan a trabajar en “semiextensivo”, porque “botas oito vacas ao monte e recuperas tres”.

A falta de que la Xunta complete sus estudios oficiales para estimar la población de lobos, el ambientalista Xosé Santos, representante de Amigas das Árbores, adelanta que esta especie se encuentra en retroceso. “Só fai falla pasarse polas zonas con presencia histórica de lobos para comprobar que cada vez hai menos pegadas e excrementos deles, cando é todo un luxo e un factor de equilibrio dentro dos ecosistemas”, añade. 

El lobo estepario

Hay dos espejos en los que mirarse, según reflexiona Santos. Uno de ellos, negativo. “Nos Alpes italianos e franceses, eliminaron o lobo nos 60. Pero, sen el, incrementáronse os danos ao gando polo descontrol de outras especies, así que agora intentan reintroducilo”, recuerda. Por otro lado, en Asturias “os osos pasaron de ser un animal perseguido, unha alimaña, a un recurso turístico. Debemos avanzar nesa liña”, explica. Santos añade que la convivencia con el lobo es posible con una adecuada gestión, actuando de forma rápida cuando un ejemplar de lobo se vea desprovisto de su estructura familiar, por lo que se estaría ante un “lobo estepario”, que lleva a cabo “comportamentos antisociais”, por lo que urge su reintegración en alguna manada.

Por otro lado, el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó ayer una orden por la que la Consellería de Medio Rural convoca una línea de ayudas de 200.000 euros para la conservación de las razas autóctonas gallegas. La Xunta busca “aumentar a rendibilidade das explotacións gandeiras galegas e modernizar o sector en materia de xenética, sanidade e produción animal”, subvencionando la creación de libros genealógicos y bancos de germoplasma y la adquisición de material informático.

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