El coordinador general ve un “grave colapso” en el Concello de Ourense

Uno de los nuevos autobuses urbanos de la ciudad
photo_camera Uno de los nuevos autobuses urbanos de la ciudad
Advierte de que la situación administrativa está detrás del retraso para licitar el contrato del bus urbano en Ourense

El Concello de Ourense remata este 2023 sin conseguir licitar el servicio de autobuses, que se está prestando en precario desde mayo de 2015. Y la explicación la ha dado el propio coordinador general fichado por el alcalde, Francisco Cacharro, en un informe de respuesta a la oposición. Hay un “grave colapso administrativo” que impide sacar adelante los pliegos. Más claro, agua. 

El coordinador general resalta en el informe que mantener una concesión caducada durante ocho años es una situación “claramente ilegal” pero que se debe a la “absoluta carencia de recursos humanos” en la unidad administrativa de Transportes, en la que solo había un auxiliar administrativo, al menos hasta principios de 2022, cuando se adscribió provisionalmente al servicio a un técnico de Medio Ambiente. 

Según detalla, Cacharro fue entonces (y no antes) cuando Jácome le encomendó a él personalmente, junto al jefe del servicio de Transportes, elaborar el pliego para sacar la nueva concesión del autobús urbano. A partir del 6 de mayo de 2022, se reforzó el servicio con otra Técnica de Administración General para intentar sacar adelante la gestión, pero no fue posible redactar el pliego hasta mediados de 2023, pues, como resalta Cacharro en su informe, “el jefe accidental de Transportes lo es también de Cultura, Juventud y Participación ciudadana desde el 1 de febrero de 2022”, y el coordinador general “hubo de asumir la dirección general de Recursos Humanos entre febrero y junio de 2022, así como en diversos periodos desde el 3 de mayo de 2022”.  Es decir, un auténtico guirigay.

A todo esto, se suma que Cacharro afirma que la situación interna hace que no puede atender más recados de Alcaldía, lo que ha postergado la redacción del pliego. Así lo explicita: “Las funciones propias del coordinador general son particularmente complejas, debido a la grave situación general de colapso administrativo en que se encuentra la administración municipal, dado que la situación descrita para la unidad de Transportes se da en muchas otras unidades administrativas municipales”. 

Por último, y pese a esos matices, el coordinador general reconoce en el informe que todo lo anterior no exonera al Concello de su obligación la anómala situación en la que está el servicio de transporte urbano. 

En septiembre aseguraban tener todo listo

El gobierno local ya tenía a mediados de septiembre un borrador de la memoria, el estudio económico y los pliegos de prescripciones técnicas y de cláusulas administrativas para la “inminente licitación” del servicio, según enviaron a los grupos de la oposición. Sin embargo, y transcurridos casi cuatro meses, el Concello sigue sin sacar adelante la licitación. Los únicos avances se han dado en la compra de autobuses.

Los busitos han comenzado a circular esta semana tras subsanar los problemas de homologación y los eléctricos siguen pendientes de instalar dos cargadores que costarán 369.000 euros en la nave de Avanza, aunque todavía no hay fecha para su instalación.

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