El fin del estado de alarma trae consigo una nueva fase de desescalada en Galicia. Los datos, alentadores en estos momentos, no preocupan tanto como otras comunidades ante medidas que amplían la movilidad y la vida social. "Unha das claves é que partimos dunha situación con bos datos epidemiolóxicos, polo que o impacto non será o mesmo que noutros territorios con maior incidencia", explica Félix Rubial, gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras.
Pese a los datos positivos, Rubial apela a la "prudencia" dada la influencia que tiene el aspecto social en la transmisión del virus. "A situación actual permítenos dar pasos adiante, pero non podemos esquecer que o virus segue aquí. Temos que ser absolutamente responsables coas nosas accións", destaca. La respuesta por parte de la ciudadanía ourensana, tras el fin de la tercera ola, fue correcta y ayudó a que "en Ourense non houbese unha cuarta onda".
Los sanitarios continuarán pendientes en todo momento de los cambios epidemiológicos que se puedan producir como consecuencia del fin del estado de alarma. "Continuaremos monitorizando a evolución, traballando na detección, no tratamento e na inmunización", resaltó Rubial En estos momentos, la provincia confirma la tendencia "descendente" en los casos activos y se refleja en la capacidad asistencial, que se "estabiliza": "Isto aporta tranquilidade porque evitamos a saturación dos nosos servizos".
Rápida actuación
La decisiones que adopta el comité clínico para frenar la expansión del virus su aplican cada vez "máis precozmente". Las incidencias a siete días cobran protagonismo a la hora de actuar con la mayor prontitud posible y para eso se precisa del apoyo de la sociedad. "Saímos da terceira onda e contamos coa comprensión da cidadanía que asimilou que se impuxesen máis restricción en concellos con poucos casos, pero con altas incidencias", reconoce Rubial, quien califica de "destacable" el comportamiento de los ourensanos.
Las restricciones son inevitables y el gerente del área sanitaria asegura que "temos que aprender a convivir con elas" para mantener una protección individual que repercutirá en el resto de la sociedad. Mientras la población más vulnerable no esté inmunizada, las limitaciones continuarán: "Non podemos cometer erros que nos leven a situación do pasado que xa temos esquecido".
El avance de la inmunización y los cribados preventivos, que están arrojando datos de "tranquilidade" en los concellos de mayor incidencia, serán la clave para evitar grandes incrementos de contagiados y así se ha demostrado a lo largo de esta desescalada.
