SECTOR COMERCIAL

El Corte Inglés desiste de su centro comercial en la ciudad

El solar no está a la venta pero el laberinto urbanístico impide la inversión de 48 millones de euros

La instalación de El Corte Inglés en Ourense puede ser otro de esos proyectos empresariales que quedan en vía muerta en la ciudad. El galimatías urbanístico de la capital y el enfriamiento de las inversiones programadas por la compañía mandan el proyecto al desván, como han reconocido fuentes de la propia enseña comercial.

El consejo de administración de El Corte Inglés decidió ya hace algunos meses desprenderse de un lote de 95 bienes inmobiliarios que ha considerado como no estratégicos. La decisión se hizo efectiva hace unos días y la operación está ya en marcha para conseguir ingresos que oscilan entre los 1.500 y 2.000 millones de euros. Sin embargo, en esa relación de activos no está el solar que tiene en la Finca Mariñamansa.

¿Cuáles son los motivos por los que no pone a la venta esos terrenos? En la compañía explican que las razones son obvias: estrictamente el solar no tiene su valor inicial porque no está actualizada su calificación urbanística. Dicho de otra manera, nadie compraría un terreno para una inversión si carece de seguridad jurídica. Los terrenos estaban calificados para equipamiento comercial en el plan de urbanismo del año 2003. Al caer el planeamiento se intentó salvar esa operación incluyéndola dentro de una ordenación provisional que preservase la inversión, que también se vino abajo judicialmente.

Por lo tanto el solar está ahora al socaire de un nuevo plan de urbanismo que no se sabe cuándo se aprobará y el vigente, de 1986, no permite en la zona ninguna actuación como la prevista. Cuando el centro comercial debería ya estar construido y toda la finca de Mariñamansa ordenada si hubiese PXOM ahora El Corte Inglés enfría su inversión.

Contribuye a ello que los gestores de los grandes almacenes tienen en estos momentos otras prioridades como la reducción de deuda —cifrada en más de 3.000 millones de euros— para tener unas finanzas más desahogadas. En la relación de activos a enajenar figuran tiendas, oficinas, parcelas y más de 60 propiedades de diverso tipo en toda España, pero no está la de Ourense. Las fuentes consultadas indican que el proyecto en la ciudad fue una prioridad durante muchos años, pero no lo es ahora.


Las inversiones


Con ello quedan aparcados más de 48 millones de euros, cantidad que El Corte Inglés había comprometido en su solar de Mariñamansa para levantar un centro comercial con 24.000 metros cuadrados edificables. El equipamiento estaba incluido en el antiguo desarrollo urbanístico de la zona, que comprendía una inversión privada de 420 millones de euros en la urbanización, construcción de viviendas, zonas verdes y otros equipamientos públicos, además del propio suelo terciario en el que se preveía la construcción de El Corte Inglés.

Fuentes de la compañía comercial indican que en el proyecto que manejaron en su momento incluso habían previsto "una pequeña zona termal para dar continuidad y compromiso con la identidad termal de Ourense". 


Una inversión sin respaldo municipal


Esta misma semana fuentes relacionadas con la expansión de El Corte Inglés reconocieron "sucesivos contactos" con el Concello de Ourense, tanto desde el punto de vista técnico como institucional. Lamentan "un trato desconsiderado" para una compañía que pretendía hacer la inversión.

El proyecto se ha visto inmerso en los problemas urbanísticos de la ciudad. Tenía licencia urbanística del Concello y comercial, expedida por la Xunta. Ambas quedaron sin efecto con la caída del PXOM del año 2003 y su recuperación mediante unas normas transitorias a expensas de la aprobación de un nuevo documento de planeamiento tampoco prosperaron.

Además, hace unos meses la Confederación Hidrográfica ha puesto reparos a la urbanización de la superficie en la que se construiría el centro ya que afectaría a un arroyo que atraviesa la finca. Esto ha obligado a realizar un nuevo encaje del centro dentro de la parcela , pero requería su inclusión en el nuevo PXOM por parte de su equipo redactor.

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