Los colectivos que luchan por la seguridad vial lo tienen claro, precaución y paciencia para afrontar el corte de la N-120 a la altura de Velle, que obliga a desviar a los turismos casi 10 kilómetros por la carretera vieja, y que impide el tránsito de camiones entre la ciudad y Monforte.
La DGT en Ourense señala que, según les ha trasladado Fomento, en un par de semanas podría habilitarse ya un carril. Sería, al menos, un parche para los camioneros, los que más sufren el corte de la segunda carretera con más tráfico pesado, solo por detrás de la A-52. Ante la alarma entre los conductores, que aluden a la peligrosidad de este tramo, desde la DGT llaman a la calma, e inciden en que el corte está avisado "en diferentes vías", paneles, web de la institución...
"El corte y su señalización es correcto. El que más se resiente por el desvío es el transporte profesional", apunta el jefe provincial de la DGT, David Llorente. Lo que sí están valorando es la posibilidad de colocar algún tipo de línea continua para impedir adelantamientos peligrosos, que se recrudecen tras el incremento del tráfico de vehículos, pero aclara: "Nosotros solo proponemos al titular, en este caso Fomento y no hemos propuesto nada".
Piden agilidad
En Stop Accidentes señalan que hay que "agilizar" las obras, al tener la carretera antigua –usada como alternative– con "claras deficiencias estructurales, de pasos estrechos, firme deteriorado y un tramo incómodo". Benito Bouzada, portavoz del colectivo pro seguridad vial, cree que Fomento debería realizar una auditoría sobre el estado del talud "para evitar una desgracia, a la vista de los continuos derrumbes", y pide "inversión económica para ese tramo de la N-120". Bouzada cree que el vial alternativo "no es adecuado para el tráfico que tiene que soportar y su estado de conservación, así como su trayecto sinuoso".
Los técnicos intentan apuntalar el talud para evitar posibles desgracias. De momento, no queda otra que usar la comarcal 546. "Resignación y paciencia, no queda otra", sostiene el teniente del subsector de Tráfico de la Guardia Civil, Juan Carlos Nogueiras, que pese a que ve que esa carretera "fue construida para otro volumen de tráfico", incide en que los conductores han de tener "paciencia y precaución".
Está "debidamente señalizado", pese a que comprende el "cabreo", cree que hay suficiente conocimiento y debe haber previsión a la hora de viajar. Lo que tiene claro es que "no se puede ir a 120, y hay que adaptarse al estado de la vía y no buscar excusas". En todo caso, apunta que "el incremento es de 10 o 15 minutos". En el caso de camiones, "muchos optan por ir por A Gudiña".
Vecinos en alerta
Los vecinos de pueblos de la C-546 están en tensión. En la AAVV de Velle han pedido "precaución" tras los sustos,mientras que un vecino de Melias apuntan a responsabilidades: "Hai sinais de 50 que ninguén respecta, tanto nunha como noutra estrada. Hai animais ao volante, o problema non é do firme".
“Tuvimos suerte en que hubiera justo un desvío antes"
La Guardia Civil de Tráfico simplemente fue encargada de realizar el desvío tras advertir de los desprendimientos y recalca que la obra es competencia de Fomento, que será quien dictamine cuándo se puede reabrir. "Hay que dejar claro que los agentes no somos los encargados de la conservación, no tenemos culpa de los baches. Pero lo que está claro es que es una obra necesaria, porque los desprendimientos son habituales, aunque nunca ha pasado una desgracia", dicen. En este sentido, añaden que "tenemos suerte de que fuese justo después del desvío, si llega a ser en otro sitio habría sido de peores consecuencias, teniendo que ir sí o sí los coches por Viana o Trives".