Con Os cravos de prata, Muxicas se presentó ayer con obra nueva y mayor nivel profesional. Su buen hacer le ha llevado a pasar de ser un taller de teatro de la Once a ser una agrupación teatral, pudiendo actuar ahora en cualquier teatro.
La estructura teatral de la Once, que en Ourense está representada por el grupo Muxicas, vivió ayer un día para recordar. Sus actores y actrices, algunos invidentes totales y otros con problemas de visión, salieron al escenario de la Casa da Cultura de Barbadás para poner en escena la representación de Os cravos de prata, de Nicolás Vela. Pero además de obra nueva, Muxicas, bajo la dirección de Tito Asorey, se presentó ante su público con una nueva categoría.
Hasta este año Muxicas era un taller de teatro en el que se trabajaba en cuestiones como la expresión dramática la improvi sación, pero el buen hacer interpretativo de sus actores y el trabajo desempeñado desde la dirección han convertido a Muxicas en una agrupación teatral. En teoría, este ascenso es un reconocimiento a la labor de los 10 años de trabajo que tiene este taller, explica Tito Asorey, y en la práctica supone la posibilidad del grupo de entrar en cualquier circuito teatral para representar sus obras y sacarlas de la estructura de la Once. De hecho, en su planes están ya casi una decena de actuaciones este año fuera de Ourense. Para Asorey, fue la representación del año pasado (La zapatera prodigiosa de Lorca) la que los aupó a este reconocimiento.
Una colaboración al teatro ourensano
Tito Asorey, vinculado a Sarabela, es el director de Muxicas desde hace dos años. Sostiene que el objetivo de esta iniciativa, integrada en la Once, es hacer un teatro para todos, no para ciegos, y nace con fines artísticos e integradores, que la gente con discapacidad pueda hacer cualquier cosa en esta sociedad. Alega que el trabajo de este grupo supone una colaboración más para el teatro ourensano. La idea es que crezca y sea un punto importante en el género, algo más dentro de lo que se está haciendo en Ourense.
Hasta este año Muxicas era un taller de teatro en el que se trabajaba en cuestiones como la expresión dramática la improvi sación, pero el buen hacer interpretativo de sus actores y el trabajo desempeñado desde la dirección han convertido a Muxicas en una agrupación teatral. En teoría, este ascenso es un reconocimiento a la labor de los 10 años de trabajo que tiene este taller, explica Tito Asorey, y en la práctica supone la posibilidad del grupo de entrar en cualquier circuito teatral para representar sus obras y sacarlas de la estructura de la Once. De hecho, en su planes están ya casi una decena de actuaciones este año fuera de Ourense. Para Asorey, fue la representación del año pasado (La zapatera prodigiosa de Lorca) la que los aupó a este reconocimiento.
Una colaboración al teatro ourensano
Tito Asorey, vinculado a Sarabela, es el director de Muxicas desde hace dos años. Sostiene que el objetivo de esta iniciativa, integrada en la Once, es hacer un teatro para todos, no para ciegos, y nace con fines artísticos e integradores, que la gente con discapacidad pueda hacer cualquier cosa en esta sociedad. Alega que el trabajo de este grupo supone una colaboración más para el teatro ourensano. La idea es que crezca y sea un punto importante en el género, algo más dentro de lo que se está haciendo en Ourense.