TRÁFICO DE DROGAS

La crisis hace disminuir en la ciudad el consumo de coca en favor del hachís

La venta de estupefacientes generó un negocio que superó los 400.000 euros en 2013 sólo en el término municipal de Ourense.

La marihuana y el hachís son las drogas con mayor oferta y demanda en el negocio ilícito que mueve el tráfico de estupefacientes en Ourense. Una tendencia que convierte en residual a la heroína y estabiliza la compra-venta de cocaína, tal como revelan las cantidades aprehendidas por las fuerzas de seguridad en los últimos meses.

En la ciudad, la Policía Nacional se incautó el pasado año de 700 bellotas de hachís (7.000 gramos) y 10 tabletas (50) en las operaciones más relevantes. En ese mismo periodo, el grupo de estupefacientes aprehendió 770 gramos de cocaína pero no hubo ningún alijo de heroína (en todo 2012 había decomisado 755 gramos).

La cantidad de droga incautada permite una estimación aproximada del volumen de negocio del tráfico de estupefacientes en la ciudad, teniendo en cuenta que suele representar en torno al 20% de lo que realmente circula en el mercado clandestino. Así, teniendo en cuenta el precio por gramos, la droga intervenida supondría unos beneficios totales de 81.450 euros, una cifra que alcanza los 96.850 si la venta se hace por dosis (sólo aplicable a la cocaína). La extrapolación al negocio total, por tanto, superaría los 400.000 euros si se factura en gramos.



APREHENSIONES Y DETENIDOS

Las aprehensiones cada vez mayores de hachís revelan el preponderante peso de esta droga, que no causa grave daño a la salud. Según fuentes policiales, el menor poder adquisitivo de los adultos de más de 40 años, quienes entre sus hábitos habían incorporado el consumo de cocaína, han optado por volver a los "porros de hachís o marihuana" de su juventud.

Once personas pasaron a disposición judicial en un año tras ser detenidas por delitos contra la salud pública en la ciudad. Precisamente, jueces y fiscales son un buen catalizador de la incidencia del tráfico de drogas en un territorio. Según destaca el juez decano, Antonio Piña, Ourense es un lugar en el que no tiene cabida el tráfico de drogas a gran escala, destacando la encomiable labor de la policía "para detectar los correos que abastecen de droga la ciudad de Ourense, procedentes de Vigo o Madrid". En la provincia, no están asentados clanes que muevan cantidades importantes sino traficantes con un papel intermedio en las organizaciones criminales, además de pequeños trapicheros que se valen de la venta para financiar su politoxicomanía.

La Policía Nacional detectó el pasado año la presencia de personas jóvenes, no fichadas, que optaron por hacer del hachís un modo de vida.

Los fiscales, por su parte, desde hace dos años han constatado un fenómeno que cada vez se detecta con más frecuencia en la provincia: "El cultivo en extensiones muy reducidas de varias plantas de cannabis sativa (marihuana) , normalmente en zonas de difícil acceso o bien en terrenos colindantes a viviendas, a modo de huerta, o bien, en espacios con cerramientos plásticos".



CULTIVO

Aunque cuantitativamente este tipo de cultivos no es relevante por las cantidades que individualmente son plantadas o cosechadas, sí resulta llamativo el creciente número de personas que tienen este tipo de mínimas explotaciones, en las que las cantidades ocupadas que deben de ser valoradas para su preordenación al tráfico están siempre en límites de lo que jurisprudencialmente se entiende como autoconsumo.

Los fiscales con plaza en Ourense, en su última memoria, no dejan pasar la repercusión de la crisis en el hecho de que se hayan "multiplicado los productores" junto a un clima propicio, una orografía adecuada y una gran extensión rural. Y destacan la dificultad que entraña, a raíz de las cantidades intervenidas, diferenciar el autoconsumo de aquellos que producen con un criterio puramente de beneficio económico e ilícito.

En cuanto a la geografía del tráfico de drogas, el portavoz de la Policía en Ourense, el inspector Bernardo Deprado Lahoz, aprecia cambios ya que, a su entender, no está actualmente tan focalizado. "Hace años el tráfico estaba más localizado en Covadonga y el Casco Vello, pero hoy esta actividad está más diversificada por toda la ciudad". Así, añade, que las operaciones más relevantes de 2012 se realizaron en cinco zonas: A Carballeira, Covadonga, O Couto, Mariñamansa y A Valenzá (Barbadás). 

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