Los bomberos completaron en 1997 un total de 844 maniobras de apertura de puertas en viviendas particulares. Entonces, ese servicio no tenía coste para el cliente. Un año después comenzó a cobrarse, y en 2008 sólo se abrieron 124 cerraduras.
El día que desapareció la gratuidad, todo cambió. Hasta entonces, los ourensanos marcaban el número de los bomberos cada vez que palpaban los bolsillos y advertían que habían salido de casa sin llaves, o las habían perdido. Les salía de balde. Pero eso se acabó. Realmente tanta llamada se había vuelto un abuso, sino un cachondeo, admiten desde el parque de bomberos de Ourense.
Hasta tal punto un abuso, hasta tal punto una juerga, que el último año en el que abrir puertas resultó gratuito, los bomberos realizaron 844 operaciones de esa naturaleza. Es decir, salían 2,3 veces al día en dirección a una cerradura. Era el año 1997.
Esta tipo de desplazamientos representaron el 18% de las actuaciones del cuerpo. Aquello había adquirido tal envergadura que al año siguiente el Concello aprobó una ordenanza municipal que ponía fin al gratis total. Muerto de un golpe el perro, casi desapareció la rabia: la medida tuvo efectos inmediatos, y en 1998 las llamadas al parque de los bomberos cayeron a la mitad: 454. Diez años después el descenso no se ha detenido. En 2008 los ourensanos apenas telefonearon al 080 en 124 ocasiones. Esa actividad sólo representó el 5% de las maniobras anuales de los bomberos. Actualmente, toda persona que solicita su presencia para poder acceder a la vivienda, no tiene más remedio que hacer frente a una factura de 122 euros.
Hoy parecen inalcanzables las cifras de 1972, primer año con estadísticas, cuando sólo se forzaron cuatro cerraduras. Ciertamente, las llaves de entonces eran de otro tamaño, y menor la obsesión por preservar la seguridad, señalan desde los bomberos. A medida que aumentaron las cerraduras, se salía más de casa y las llaves disminuían en tamaño, los olvidos fueron a más. Y puesto que era gratis solicitar el rescate de los bomberos, éstos comenzaron a desfilar rutinariamente hacia las viviendas. En tal medida que entre 1972 y 1997, abrir puertas particulares se convirtió en el principal cometido, en términos cuantitativos, del parque de bomberos. Pero en el 98 se acabó el chollo.
En 10 años las actuaciones descendieron a la mitad
Entre 1997 y 2008 han cambiado muchas cosas en la actividad de los bomberos. Entre ellas, el número de actuaciones. De 4.855 se pasó a 2.443. No es que la realidad, de doce años a hoy, se haya vuelto más segura, que también; principalmente se ha modificado la percepción de la emergencia, en parte debido a la conciencia que ha tomado la población del importante papel que desempeñan los bomberos, indican desde la dirección de este cuerpo. Rescates en accidentes, ascensores bloqueados, servicios de escalera, limpieza de viales, ser vicio de agua a parques, informes técnicos, visitas de colegios y sobre todo incendios, acaparan la actividad.
En el apartado de incendios en viviendas, las medidas de prevención, la aplicación de normativas sobre métodos de construcción o los nuevos modelos de calderas han contribuido a reducir un tipo muy común de intervención. Hace no muchos años los braseros y los calentadores eran la causa de muchos incendios. De los 92 incendios en viviendas que hubo en 1991, o los 74 de 1990, se pasó a 37 de 2008.
Hasta tal punto un abuso, hasta tal punto una juerga, que el último año en el que abrir puertas resultó gratuito, los bomberos realizaron 844 operaciones de esa naturaleza. Es decir, salían 2,3 veces al día en dirección a una cerradura. Era el año 1997.
Esta tipo de desplazamientos representaron el 18% de las actuaciones del cuerpo. Aquello había adquirido tal envergadura que al año siguiente el Concello aprobó una ordenanza municipal que ponía fin al gratis total. Muerto de un golpe el perro, casi desapareció la rabia: la medida tuvo efectos inmediatos, y en 1998 las llamadas al parque de los bomberos cayeron a la mitad: 454. Diez años después el descenso no se ha detenido. En 2008 los ourensanos apenas telefonearon al 080 en 124 ocasiones. Esa actividad sólo representó el 5% de las maniobras anuales de los bomberos. Actualmente, toda persona que solicita su presencia para poder acceder a la vivienda, no tiene más remedio que hacer frente a una factura de 122 euros.
Hoy parecen inalcanzables las cifras de 1972, primer año con estadísticas, cuando sólo se forzaron cuatro cerraduras. Ciertamente, las llaves de entonces eran de otro tamaño, y menor la obsesión por preservar la seguridad, señalan desde los bomberos. A medida que aumentaron las cerraduras, se salía más de casa y las llaves disminuían en tamaño, los olvidos fueron a más. Y puesto que era gratis solicitar el rescate de los bomberos, éstos comenzaron a desfilar rutinariamente hacia las viviendas. En tal medida que entre 1972 y 1997, abrir puertas particulares se convirtió en el principal cometido, en términos cuantitativos, del parque de bomberos. Pero en el 98 se acabó el chollo.
En 10 años las actuaciones descendieron a la mitad
Entre 1997 y 2008 han cambiado muchas cosas en la actividad de los bomberos. Entre ellas, el número de actuaciones. De 4.855 se pasó a 2.443. No es que la realidad, de doce años a hoy, se haya vuelto más segura, que también; principalmente se ha modificado la percepción de la emergencia, en parte debido a la conciencia que ha tomado la población del importante papel que desempeñan los bomberos, indican desde la dirección de este cuerpo. Rescates en accidentes, ascensores bloqueados, servicios de escalera, limpieza de viales, ser vicio de agua a parques, informes técnicos, visitas de colegios y sobre todo incendios, acaparan la actividad.
En el apartado de incendios en viviendas, las medidas de prevención, la aplicación de normativas sobre métodos de construcción o los nuevos modelos de calderas han contribuido a reducir un tipo muy común de intervención. Hace no muchos años los braseros y los calentadores eran la causa de muchos incendios. De los 92 incendios en viviendas que hubo en 1991, o los 74 de 1990, se pasó a 37 de 2008.
